La suspensión del puerto fluvial afecta la dinámica económica de los salamineros.
El pasado 18 de febrero la Alcaldía de Salamina informó que el municipio perdió la comunicación fluvial con el Atlántico por la suspensión del ferry, que se vio afectado por la erosión del río Magdalena en el corredor.
Casi un mes después de reportada la emergencia, el secretario de Gobierno municipal, Jaime Solano, informó que la situación continúa siendo crítica para la población.
“Se hicieron unas gestiones para tratar de encontrar otro punto de referencia que pudiera funcionar el ferry, y de esta manera no poner en riesgo la vida de las personas que transitan por el sector, pero necesitamos intervención del gobierno central”, agregó el funcionario.
Además, recalcó que la Alcaldía tiene la responsabilidad de definir la reubicación del puerto fluvial. Sin embargo, se sienten abandonados por las autoridad departamental y nacional.
“El Ministerio y Superintendencia de Transporte no han hecho presencia en el lugar con estudios técnicos, que nos digan este punto podría ser idóneo para la reubicación”, dijo el secretario.
Para las autoridades locales, la decisión de reubicar el puerto es de suma importancia que debe ser verificada por los expertos, ya que de lo contrario se podría seguir exponiendo la vida de más personas.
“Hacemos un llamado a todas las entidades territoriales para que nos acompañen y nos dejen solos porque aquí estamos operando y tomando disposiciones de manera autónoma, sin tener elementos técnicos y estudios a profundidad”, explicó.
La preocupación que persiste entre los moradores es que la jurisdicción se mantiene incomunicada por la detención del ferry, una situación que continúa afectando la economía de la región. Por lo que solicitan la intervención de manera urgente.