El Dadsa cumplió con un proceso de poda más no de tala y con ello desvirtuó lo que se aseguraba en redes sociales.
Con podas en ramajes secos y teniendo en cuenta los fuertes vientos que por esta época amenazan con desprender o derribar algunos árboles de Santa Marta, el Departamento Administrativo Distrital de Sostenibilidad Ambiental –Dadsa- adelantó un operativo de mantenimiento sobre la emblemática bonga ubicada a la altura de la carrera 16 del barrio 20 de Julio.
La diligencia se cumplió por medio de la Unidad de Mantenimiento y Embellecimiento –UME-, a solicitud y mutuo acuerdo de los habitantes del sector, tras el deterioro que presenta dicho árbol en algunas de sus ramificaciones.
El procedimiento fue explicado por el director de la autoridad ambiental, Wilson Rodríguez, quien dijo que “la bonga o ceiba pentandra registra: ramas necróticas o secas en su interior y centro; un agujero en su tronco; la corteza podrida y raíces levantadas que vienen causando afectación a las paredes de una de las casas”.
“Cabe resaltar que, teniendo en cuenta la problemática del individuo forestal, nos dimos la tarea de socializar con los vecinos, quienes se pusieron de acuerdo con la actividad. Con base en ello, nos apoyamos en el decreto 1.076 del 2015 en el Articulo 2.2.1.1.9.3. Tala de emergencia que dice: cuando se requiera talar o podar árboles aislados localizados en centros urbanos que por razones de su ubicación, estado sanitario o daños mecánicos estén causando perjuicio a la estabilidad de los suelos, a canales de agua, andenes, calles, obras de infraestructura o edificaciones, se solicitará por escrito autorización, a la autoridad competente, la cual tramitará la solicitud de inmediato, previa visita realizada por un funcionario competente técnicamente la necesidad de talar árboles”, agregó el funcionario.
Igualmente, es de destacar que -con respecto a la existencia del madero- la propietaria de la vivienda afectada manifestó haber presentado una acción de tutela ante un juez, a través de la cual solicita la tala definitiva del árbol al considerar la expansión de sus raíces. Sin embargo, el procedimiento jurídico aún no ha sido comunicado al Dadsa, que solo procederá a tal iniciativa en el caso de que así lo ordene una autoridad judicial competente.
“La propietaria de uno de los inmuebles cercanos quiere que se tale el árbol, al argumentar que le está afectado su casa, igualmente, manifestó que presentó una acción de tutela ante un juez y asegura que ese juez dictó el fallo en aras de proteger la vida humana, no obstante, ese fallo no se nos ha remitido, por lo que hasta que no se nos comunique esa resolución no talaremos. Reiteramos, dicha tala solo obedecerá única y exclusivamente por decisión judicial”, aseveró el Dadsa.
Por tal motivo, la UME actuó con el propósito de preservar la existencia del árbol y de paso garantizar el bienestar de los habitantes. La poda finalizará en dos días.