La Ilusión del ascenso se desvanece: Goleada inesperada deja a valledupar con la miel en los labios.
La decepción y la frustración se apoderaron de los hinchas del Valledupar FC, que vieron cómo su equipo se derrumbó en el estadio Chemesquemena, perdiendo toda esperanza de ascenso. ¿Qué salió mal? ¿Qué futuro les espera al equipo y a sus aficionados?
La historia del Valledupar FC comenzó a tomar forma en 2003, cuando una ficha liberada en Popayán y rechazada en Floridablanca encontró su hogar en Valledupar. Con el apoyo de la alcaldía y el respaldo de la ciudadanía, el exjugador vallenato Kiko Barrios tomó las riendas del equipo, embarcándose en un viaje hacia la Primera División.
La primera promoción del Valledupar FC fue una mezcla perfecta de juventud y experiencia. Jugadores como Manuel Galarcio, Hermes Martínez, Jaider Romero y William Blanco, entre otros, defendieron el orgullo de la ciudad y lograron fusionar la música del acordeón con los cánticos de las tribunas.
En la primera jornada, el equipo visitó a Bajo Cauca y arrancó con una victoria gracias a un gol de Hermes Martínez. En una entrevista exclusiva, Hermes recordó aquella época con cariño y destacó el apoyo de los vallenatos: “Había una motivación constante, la gente nos reconocía y nos decía ‘vamos que podemos ganar'”.
Después de un largo y emocionante camino, el Valledupar FC logró clasificar a los primeros cuadrangulares de su historia en el fútbol profesional. En el Grupo B, se enfrentó a rivales de gran calibre: Cúcuta Deportivo, Alianza Petrolera y Real Cartagena.
Un solo cupo para ascender, un solo objetivo para cuatro equipos. La tensión y la emoción estaban al máximo. ¿Podría el Valledupar FC superar a sus rivales y lograr el anhelado ascenso?
Iván Ochoa Campo, voz radial de Radio Guatapurí, recuerda con claridad los cuadrangulares que definieron el ascenso del Cúcuta Deportivo. Sin embargo, también evoca con recelo las decisiones arbitrales que beneficiaron al equipo motilón.
“Todo estaba previsto para que el Cúcuta ascendiera”, asegura Ochoa. Los errores arbitrales, como goles legales anulados y tarjetas injustificadas, generaron inconformidad entre los rivales del Cúcuta.
El rumor de que la Dimayor intervino para salvar al Cúcuta Deportivo se fortaleció, recordando el caso de 1999, cuando el club se libró del descenso a Tercera División gracias a su condición de socio de la Dimayor. ¿La verdad detrás de esas decisiones arbitrales? ¿Fue justo el ascenso del Cúcuta Deportivo?
El Partido Oscuro: La Noche que Cambió el Destino del Ascenso
El 27 de noviembre de 2004, la ciudad de Valledupar se preparaba para presenciar un partido que definiría el ascenso a la Primera División. Sin embargo, lo que sucedió en el estadio Chemesquemena fue algo que nadie podría haber imaginado.
El Real Cartagena se impuso con un marcador de 0-5, en un partido que estuvo lleno de polémica y sospechas. El Cúcuta Deportivo presentó una queja formal ante la Dimayor, lo que obligó a aplazar las finales del ascenso.
¿Qué sucedió realmente en aquel partido? ¿Fue solo una victoria inesperada o hubo algo más detrás? Los rumores de un posible arreglo o venta del partido han persistido durante años, pero ¿cuánto hay de verdad en ellos?
La Verdadera Historia detrás del Partido: ¿Un Pacto para Detener al Cúcuta?
Iván Ochoa Campo, voz radial de Radio Guatapurí, desmiente la teoría de que el Valledupar FC se “vendió” en el partido contra el Real Cartagena. En su lugar, sugiere que hubo un pacto previo entre los dos equipos para evitar que el Cúcuta Deportivo clasificara a la final por el ascenso.
“Si nosotros hacemos el penal y abrimos el marcador, de seguro el Cartagena se dejaba hacer sus tres o cuatro goles dependiendo del resultado en Barrancabermeja”, aseguró Ochoa.
Sin embargo, el precio que pagó el Valledupar FC fue la frustración y la sensación de traición entre sus hinchas, que vieron cómo su equipo era vapuleado en su casa sin oponer resistencia. Hermes Martínez, defensor del equipo, fue uno de los que se sintió más frustrado por la derrota y la sensación de que algo no estaba bien.
Hoy, a 20 años de su llegada y 2 años de su partida, es un buen momento para recordar al equipo que fue sinónimo de esperanza y bravura entre los vallenatos. Aunque nunca pudo escribir una página en la máxima categoría del fútbol colombiano, su legado sigue vivo en la memoria de los hinchas.
Pero la historia no termina ahí. Después de un año sin fútbol profesional en la ciudad de Valledupar, la alegría volvió de la mano del Alianza FC. Con su llegada, el fútbol de primera división y fútbol internacional de mayores regresó a la capital mundial del vallenato, renovando las ilusiones de todo un departamento.