Con 109 homicidios, Zona Bananera se convirtió en 2025 en el municipio más violento del Magdalena, superando por primera vez a Ciénaga y confirmando que la disputa entre grupos criminales transformó el norte del departamento en uno de los corredores de muerte más críticos del Caribe.
El 2025 marcó un punto de quiebre para Zona Bananera. Con 109 personas asesinadas, el municipio agrícola alcanzó la cifra de homicidios más alta de su historia reciente, ubicándose como el territorio municipal con mayor número de muertes violentas en el Magdalena.
El dato no solo rompe todos los registros locales, sino que además supera a Ciénaga, que durante años había encabezado las estadísticas de homicidios en el norte del departamento.
Los asesinatos en Zona Bananera dejaron de ser hechos aislados. En las últimas horas, dos personas fueron ultimadas dentro de una vivienda, un episodio que refleja una dinámica constante de violencia asociada al microtráfico, la extorsión y el control armado de sectores estratégicos.
Habitantes del municipio conviven con fronteras invisibles, amenazas silenciosas y una presencia criminal que impone normas a través del miedo.
El mapa municipal de la muerte
Aunque Zona Bananera lideró las cifras, otros municipios del norte del Magdalena también registraron números alarmantes durante 2025: Ciénaga: 96 homicidios, Fundación: 53 homicidios, Aracataca: 33 homicidios y Pivijay: 30 homicidios.
En conjunto, estos municipios concentraron una parte sustancial de los homicidios registrados en el departamento, confirmando que la violencia se asentó con mayor fuerza en el ámbito municipal y rural.
Detrás del incremento de homicidios, defensores de derechos humanos y analistas de seguridad señalan el recrudecimiento de la confrontación entre las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y Los Primos, una estructura que emergió tras escisiones internas y entró a disputar control territorial.
La pelea no solo se libra por rutas ilegales, sino por el dominio social, el microtráfico, la extorsión y el control de economías locales.
Homicidios que no siempre se cuentan
Organizaciones de derechos humanos advierten que las cifras oficiales podrían no reflejar la totalidad de la violencia. Existen homicidios ocurridos en zonas rurales apartadas, caminos veredales y áreas montañosas que no siempre ingresan a los registros, lo que sugiere un subregistro de muertes violentas.
Aun así, el balance de 2025 incluyó cinco masacres y el asesinato de líderes comunitarios, políticos, religiosos e indígenas, evidenciando una violencia selectiva que golpea directamente el tejido social municipal.
El 2025 cerró sin señales claras de contención en los municipios más golpeados del Magdalena. Zona Bananera, como epicentro de la violencia, enfrenta un 2026 marcado por el control armado, el temor ciudadano y un escenario electoral que incrementa la tensión territorial.
En el norte del departamento, la violencia municipal dejó de ser una alerta.
Se convirtió en una realidad permanente.


