Madres de familia denuncian una alarmante falta de atención médica en pediatría por parte de Nueva EPS en Santa Marta. Aseguran que sus hijos llevan meses sin ser valorados por especialistas, mientras la entidad cancela citas sin dar razones ni reprogramarlas.
En Santa Marta, tener un hijo enfermo y estar afiliado a la Nueva EPS parece ser una combinación peligrosa. Al menos eso es lo que denuncian decenas de madres que llevan meses esperando una cita médica en pediatría sin éxito. La situación ya no es un caso aislado. Es un patrón que se repite una y otra vez: se solicita la cita, se programa a meses de distancia, y cuando por fin se acerca la fecha, llega una llamada… no para confirmar, sino para cancelar.
Ana María, madre de un bebé de cinco meses, no esconde su frustración. Desde que su hijo tenía mes y medio está esperando que lo vea un pediatra. Tras cuatro meses de intentos y largas esperas, recibió una llamada: “La cita se cancela, no tenemos disponibilidad de especialista. Le estaremos informando una nueva fecha”. A día de hoy, esa fecha no ha llegado.
“¿Cómo voy a saber si mi hijo está creciendo bien? ¿Si está en su peso? ¿Si algo no va bien por dentro? Uno no puede quedarse tranquilo cuando ni siquiera le dan una nueva cita”, cuenta con rabia contenida. Ella ha decidido alzar la voz porque, según dice, lo que ocurre con Nueva EPS es una falta de respeto a la salud infantil.
Y no es la única.
Un grupo de madres ha comenzado a organizarse para denunciar públicamente lo que consideran una “crisis silenciosa”. Aseguran que sus hijos, muchos de ellos con tratamientos médicos en curso, llevan hasta cuatro meses sin control ni revisión. Las consecuencias son impredecibles: enfermedades sin detectar, tratamientos sin seguimiento, y padres con la incertidumbre instalada permanentemente.
Un servicio que no responde
Todo apunta a que el problema de fondo es estructural. Las usuarias afirman que Nueva EPS no cuenta con suficientes pediatras en Santa Marta.
“Lo más grave es que se trata de niños. No de adultos que pueden decir si algo les duele. Estamos hablando de bebés, de menores en etapa de crecimiento que necesitan controles periódicos para garantizar su bienestar. ¿Y qué pasa si hay algo que no se detecta a tiempo?”, se pregunta Ana María.
Llamado urgente a las autoridades
Ante el silencio de la entidad, las madres afectadas han elevado su voz ante la Superintendencia Nacional de Salud. Piden una intervención urgente que permita verificar cuántos pediatras realmente están disponibles en Santa Marta y por qué no se están cubriendo las necesidades mínimas del servicio.
“Nadie da razón, nadie responde. Solo sabemos que no hay citas. Y mientras tanto, nuestros hijos siguen esperando. Pero ellos no pueden esperar”, concluye una de las voceras.
La salud infantil no puede estar sujeta a la disponibilidad de un sistema colapsado. Mucho menos a la desidia de una entidad que, con cada cita cancelada, pone en riesgo la vida de los más vulnerables.
