Los nubarrones en el cielo que tapan la imponente canícula y la vuelven sólo un recuerdo de lo que es un día cálido en Santa Marta, son las imágenes que producen más temor en los habites de los barrios más populares de Santa Marta.
Hoy parece que “la lluvia”, son dos palabras que al contrario del Bon Yurt no hacen nada felices a los samarios; todo, ante los estragos causados por los chaparrones en diferentes zonas del Distrito.
La frase “hoy vuelve y llueve”, pone a temblar a mucha gente que lo perdió todo en el aguacero de ayer.
Casas que se han venido al piso, cerros que muestran deslizamientos, personas heridas en centros médicos, casas inundadas y miles de familias que lo perdieron todo, porque el agua llegó hasta el interior de sus residencias.
Un panorama poco alentador ante las fuertes lluvias que según los expertos se seguirán presentando este mes en la capital de Magdalena.
Según el registro inicial, la Unidad de Gestión del Riesgo del Distrito reportó 35 barrios y 2.058 viviendas resultaron afectadas durante las lluvias del domingo.
La dependencia del Distrito confirmó que se produjo una emergencia de nivel 3, de acuerdo a la escala planteada por la Estrategia Municipal de Respuesta a Emergencias (Emre), en la que 35 barrios resultaron afectados y al menos 2.058 viviendas reportaron emergencias entre moderadas y fuertes.
La información fue confirmada por el director de la Ogricc, Jaime Avendaño, quien coordina la atención de la misma con los organismos de socorro y el pleno respaldo del gobierno del alcalde Rafael Aljenadro Martínez.
LOS SAMARIOS SIENTEN TEMOR
“Me quedé sin nada, ahora como recupera uno todo esto. Doy gracias Dios que sólo fue el agua y no pasó algo peor como en otros barrios que las mismas viviendas se vinieron al piso”, dijo un habitante de Pescaíto que lo perdió todo por la lluvia.
Con ganas de volver a empezar, muchos de los afectados aseguran que será difícil si se vuelve a registrar un aguacero como del domingo, “yo nunca había visto que en Santa Marta lloviera tanto.
Pobre la gente a la que se le cayó su casa, aquí al menos aun tenemos el techo, dijo una residente del sector de Olaya Herrera.
Por su parte en barrios como San Jorge y Los Cardonales, los habitantes tuvieron que ser trasladados a clínicas, porque sufrieron golpes por la caída de sus casas.
“El techo se vino abajo y esa frase nos atemoriza”, dijo una de las que lo perdió todo, cuando escuchó la frase “hoy vuelve y llueve”.
LOS RESULTADOS PARCIALES
Un 61,7% de la superficie total de la ciudad en su perímetro urbano se vio comprometida durante los aguaceros, que ocasionaron una total reducción en la movilidad por la escorrentía superficial sobre las vías principales y algunas vías alternas.
Durante las precipitaciones resultaron afectadas de forma severa 10 casas debido al colapso parcial de su infraestructura debido a los deslizamientos registrados durante las fuertes lluvias, dejando como saldo cuatro personas heridas: dos mujeres adultas, un niño de dos años y otro de cuatro, que a esta hora reciben atención médica en la Clínica Marcaribe, hasta donde fueron trasladados por miembros del voluntariado Cobasa. Otras 42 familias residentes en los cerros de la ciudad reportaron el ingreso de sedimento a sus viviendas y caída de los techos, así como 21 domicilios ubicados en la parte baja de la ciudad fueron golpeadas por encharcamientos en calles aledañas, producto del incremento de la escorrentía superficial.
En la ronda hídrica de la ciudad se identificaron otras 35 residencias que sufrieron emergencias de impacto moderado por el ingreso de agua a sus casas, así como 126 sufrieron afectaciones medias en el sector de la carrera 19. Entre tanto se estima en base al comportamiento de las lluvias que otras 1824 viviendas sobrellevaron inundaciones o ingreso moderado de sedimento a sus viviendas como efecto del fenómeno climático.