Según cifras de la Galería Inmobiliaria, a julio de 2020 se obtuvieron $24 billones de la comercialización de 128.200 unidades de vivienda en el territorio nacional.
Pese al impacto que tuvo el Covid-19 en la economía nacional y global, desde el tercer trimestre del 2020, se ha empezado a evidenciar rasgos de reactivación en diferentes eslabones importantes para el desarrollo económico del país. Uno de ellos ha sido el sector inmobiliario, el cual pese a la crisis sanitaria ha registrado un crecimiento del 2,8%, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y un restablecimiento del 13% en el pago de arriendos de vivienda, locales comerciales y oficinas, según Fedelonjas.
Esto se debe, en gran medida, al interés de la industria inmobiliaria por transformar su modelo de negocio mediante la incursión a escenarios digitales, los cuales hoy le están brindando la posibilidad de recuperar su espacio en el mercado y hacer frente a los retos que plantea la postcuarentena. Dentro de estas alternativas, sobresalen los mecanismos de compra y venta de inmuebles no presenciales, como las subastas online.
Según, Gustavo Quiñónez, Gerente Inmobiliario de Superbid Colombia, esta alternativa les permite a los vendedores liquidar sus activos en la mitad del tiempo que llevaría hacerlo por medio de venta directa y a los compradores, les garantiza la posibilidad de obtener bienes inmuebles de origen lícito, en óptimas condiciones y en su mayoría, con los precios más bajos del mercado.
Para muchos, la inversión en finca raíz es una de las más confiables y seguras del mercado debido a factores como la valorización que obtienen los inmuebles a medida de los años y la rentabilidad o retorno de inversión adquirido en un período corto de tiempo por conceptos de arriendo.
Por esta razón, los consumidores siguen reconociendo las ventajas que trae el invertir en una propiedad raíz conservando un interés latente en la adquisición de bienes inmuebles, ahora, a través de modalidades virtuales donde la presencialidad pasa a un segundo plano. Las subastas por Internet se han convertido en tendencia dentro de los usuarios debido a que, es una tecnología innovadora que les permite negociar por los inmuebles de su preferencia de manera fácil, segura y, sobre todo, económica.
“El funcionamiento de esta modalidad en línea es sencillo. Inicia con un precio base sobre el inmueble a partir del cual los participantes deben generar sus ofertas. Mediante un software patentado y sin intervención humana se evalúa la puja y al final, se adjudica la venta al mejor postor. Por su parte, este debe cancelar el 30% del valor final del bien y firmar la promesa de compraventa del inmueble apenas se es ganador de la subasta”, explica Quiñónez.
Durante el 2020, se han recaudado más de 2.000 millones de pesos de la venta de inmuebles a través de esta alternativa virtual. Actualmente, alrededor de 85 bienes entre apartamentos, casas, locales comerciales, oficinas, bodegas industriales, terrenos y lotes para construcción se encuentran disponibles para ser rematados con una oferta inicial desde $11.900.000 mil pesos.
Para Claudia Inés Rivera, Gerente Comercial de Ospinas y Cía empresa constructora, vincularse a esta plataforma online ha sido un detonante en la venta de activos inmobiliarios que eran saldos de proyectos ya terminados, cuya comercialización representaba asignación de recursos que no siempre tenían el retorno esperado.
“Sin embargo, con la generación de esta alianza hemos evidenciado que la virtualidad es hoy en día, la mejor forma para llegar a los compradores, ya que el ecosistema digital se ha convertido en el escenario predilecto para generar negociaciones contribuyendo así, en la recuperación de la industria inmobiliaria nacional”, afirma Rivera.