El programa “Somos Defensores”, organización no gubernamental que vela por reivindicar la labor de los defensores de derechos humanos, así como por la protección de su integridad en contextos conflictivos, dio a conocer su más reciente informe semestral, en el que exponen diversas modalidades de violencia contra estos líderes.
El texto hace énfasis en la necesidad de identificar las diversas situaciones amenazantes y peligrosas para la vida de los defensores. “Lejos de disminuir, las agresiones no han parado durante el primer semestre del 2019 y han aumentado de manera significativa, vinculadas, al parecer, al escalamiento del conflicto armado en los territorios y a su reconfiguración”, dice el comunicado.
El informe presenta cifras que ponen en alerta a los defensores, pues se evidencia un escalamiento de la violencia no solo desde los asesinatos, sino desde acciones como las amenazas, las cuales han incrementado en un 75%.
“591 agresiones registramos de enero a junio desde nuestro Sistema de Información sobre Agresiones contra personas defensoras de derechos humanos en Colombia, la cifra más alta que se haya conocido en un semestre desde la creación de nuestro sistema hace diez años”, expone.
Una de las reflexiones que propone el informe es que la violencia no debe ser medida por el número de asesinatos, sino que se debe tener en cuenta todo el encadenamiento de acciones que, de no ser reportados, terminan en la muerte de un defensor de DD.HH. Lo que se busca, inicialmente, es tomar medidas preventivas para disminuir las cifras de mortalidad de esta población por causas violentas.
El informe hace referencia a la película “Avengers: ¿El juego final?”, pues sus realizadores consideran que el panorama social y político de Colombia resulta similar al del filme de Marvel.
“Si en este momento comparamos a Colombia con una película, esa podría ser Avengers: el juego final. Esto porque nos encontramos frente a un estado que parece estar bajo el poder de Thanos, que solo con un chasquido de sus dedos intenta regresarnos al pasado y no dejarnos salir del caos, impidiendo que se conozca la verdad, callando a la mitad del país, cerrando las puertas a la democracia y poniendo el acento en la guerra y la militarización, nuevamente”, dice el informe.