Este miércoles se desarrolla la audiencia de imputación de cargos e imposición de medida de aseguramiento al capturado como presunto responsable de este asesinato.
A los familiares de Oscar Arévalo Hernández, el joven de 24 años que el pasado 9 de agosto fue encontrado asesinado con un impacto de bala y varios golpes en zona rural del municipio de El Copey, les preocupa la manera cómo se desarrolla el proceso para judicializar al presunto responsable de este crimen.
Los allegados a la víctima consideran como irregular que supuestamente, la Fiscalía haya permitido que el capturado, de nombre Daniel Villalba, se cambiara de ropa y que la que vestía al momento de la aprehensión no sea tenida en cuenta como elemento de prueba para su judicialización.
“Necesito que se haga justicia por él, porque a una persona no se le arrebata la vida de esa manera y no es justo que la Fiscalía diga que no hay pruebas porque ese hombre tenía todo el pantalón manchado de sangre y el carro”, manifestó una mujer quien asegura ser la mamá de una niña que deja el joven asesinado.
La familia y amigos de la víctima están haciendo una colecta para costear los servicios de un abogado, sin embargo, una firma de juristas del municipio de Bosconia emitió un comunicado en el que afirman acompañar a las familias afectadas en la representación judicial dentro del proceso penal.
“Desde que asumimos la representación, solicitamos ante la Procuraduría General de la Nación la vigilancia especial del proceso. Así mismo, en escrito dirigido a la Dirección Seccional de Fiscalías del Cesar, pedimos el control y vigilancia de la actuación”, indica el documento firmado por los profesionales en derecho Kevin Claro Martínez y Jorge Ramírez Pulgarín.
Según la versión de la familia, Oscar Arévalo salió el jueves 8 de agosto desde Bosconia con una carga de 20 cabezas de ganado con destino hacia Malambo (Atlántico). La caravana que integraba reportó que lo esperaron en Fundación, pero no aparecía y les notificaron que el vehículo se había regresado, momento desde el cual desconocían su paradero.
El cadáver del transportador fue hallado un día después en predios de la finca La Esperanza, jurisdicción de El Copey, mientras que el camión que conducía fue encontrado posteriormente cuando era tripulado por Daniel Villalba, a quien según las autoridades se le halló un arma de fuego y tenía rastros de sangre.