En ruinas, así quedó el sueño que después de miles de horas de trabajo, pudo hacer realidad Mélida Yate Poloche, construir su casa. La mujer de 73 años residente en el sector de Nueva Betel, en Gaira; vio cómo el feroz invierno, destruyó su más grande tesoro, su ‘casita’.
Los 15 años de esfuerzo y sacrificio trabajando como empleada doméstica, quedaron como la canción de Escalona, “en el aire”, sólo que sin casa.
Mélida Yate Poloche, es una de las tantas damnificadas que ha dejado el invierno en Santa Marta, ahora pide ayuda para salir adelante, pues su vivienda ubicada en el sector de Nueva Betel en Gaira, quedó totalmente destruida.
Esta mañana mientras estaba en el baño, el cerro donde su casa está construida cedió y todos sus sueños vinieron al piso, como fichas de dominós.
“Yo sólo quiero que miren mi situación, esta casa la levanté sola trabajando como muchacha de servicio, desde hace 15 años la tengo y este invierno me la destruyó”, dijo embargada en el dolor la mujer.
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QUEDÓ SIN NADA
Sosegada frente a las ruinas de lo que unos días antes era su orgullo, una casa levantada con sacrificio y trabajo, mirando alrededor para ver que se pudo salvar de todo, Melida Yate Poloche, sólo pide ayuda para volver a empezar.
El relato es aterrador, la mirada ausente al vacío de lo que era su casa y el llanto al ver las ruinas, son sólo de esperarse. En un pequeño rincón sentada en su cama, lo único que le quedó, a pocos metros la puerta trasera de su ‘casita’, “ni para donde agarrar”; así permanece Mélida, hoy a la merced de sus vecinos y hermanos de sacramento de la iglesia donde asiste, la ‘Luz del Mundo Trinitaria Gaira’.
La anciana de 73 años asegura que aun no ha recibido ayuda del Distrito ni de las entidades de Gestión del Riesgo.
La que por años fue empleada doméstica, mientras apoya su cara en su mano relata lo sucedido. Dice que mientras estaba en el baño, sintió un fuerte ruido: más fuerte que un trueno, más terrorífico que un temblor y más peligroso que una simple lluvia; narra como la tempestad, pasó de ser un aguacero a lo que parecía el diluvio, quizás similar a que habla el Génesis 7; sólo que a diferencia de Noé, ella no pudo salvar nada, sólo su vida para dar gracias a Dios y pedirle fuerza para salir adelante.
LOS HERMANOS DE LA IGLESIA LA AYUDAN
A pesar que no tiene donde ir, Melida no está sola, con ella están la joven Zoila Borja y los demás hermanos de la iglesia ‘Luz del Mundo Trinitaria Gaira’, con quien la noche anterior, oraba por los samarios que lo habían perdido todo, sin saber aun, que ella iba a hacer parte de esa lista.
La mujer pide ayuda y los hermanos de la iglesia, buscan el apoyo de la Alcaldía de Santa Marta, pues ya declarada la calamidad pública, pueden socorrer a la hermana que lo perdió todo.
“Aquí estamos dispuestos a ayudar, porque es muy doloroso lo que le pasó a la hermana Melida”, dijo Zoila a quien pueden marcarle al 3148059989.
EN VIDEO, ASÍ QUEDÓ LA CASA DE MÉLIDA