Conozca la historia de este joven samario que se convirtió en un fiel discípulo de la palabra.
En el camino de nuestras vidas a diario enfrentamos desafíos y adversidades que en muchas oportunidades nos hacen cuestionar si estamos solos en nuestro camino. Sin embargo, existen historias que nos recuerdan que la presencia y el amor de Dios en nuestras vidas nunca faltará.
El protagonista de esta historia responde al nombre de Víctor Manuel Gómez Martínez, de 24 años, natural de Santa Marta y quien durante muchos años de adolescencia y juventud vivió sumergido en el mundo de las drogas, pero hoy en día camina de la mano de Dios.
En diálogo con Santa Marta Al Día, Víctor contó que cuando apenas tenía 14 años, cambió el balón de fútbol con el que se divertía todas las tardes, por incontables cigarrillos de marihuana.
“Me dejé llevar por las malas amistades, en esa época las personas que me rodeaban me llevaron a las malas andanzas y fuí muy débil; muchas veces lo hacía para sentirme aceptado por ellos”, relató Víctor.
En su testimonio también narró como el consumo de la droga con el pasar del tiempo aumentó y pasó de solo fumar marihuana a consumir otro tipo de drogas.
“Llegó un punto en el que ya no tenía dinero para comprar la droga y empecé a hacer cosas de las que hoy me arrepiento”, dijo el joven.
En su relato ‘El Gomelo’, como es conocido en su barrio, relató también que la vida empezó a abrirle los ojos cuando cumplió sus 20 años, cuando fue detenido por las autoridades en plena pandemia, siendo obligado a pagar casi dos años de prisión. Sin embargo, se dejó ganar nuevamente de ‘la calle’ y siguió en su mundo.
Ante esta situación, su madre, en medio del sufrimientio, el dolor y buscar la manera en salvaguardar la vida de su hijo, no tuvo mayor opción que decirle que se trasladara hacia otra ciudad, para comenzar una nueva vida.
“Con engaños lograron ingresarme a una fundación donde llevo recluido 18 meses, inicialmente me limpiaron la sangre, me recompuse físicamente y psicológicamente. Aquí conocí el amor de Dios y ahora predico la palabra a los demás jóvenes que también pasaron por una situación similar a la mía”, aseguró el samario.
Finalmente, este joven, ejemplo de lucha y gallardía para sus verdaderos amigos, quienes se enorgullecen de lo que ha logrado, envió un mensaje a las juventudes, para que no caigan en el camino oscuro que alguna vez debió recorrer. “miren bien a las personas con quien se rodean y no caigan en los malos caminos que en realidad no llevan a nada bueno. Hoy tengo a Dios en mi corazón y no me quiero separar de él y de su amor”, dijo Víctor mientras afirmaba que hoy vive aferrado a los versículos de la biblia, que hoy lo mantienen vivo y feliz.