El viceministro de turismo, Juan Pablo Franky, celebró la apertura de la nueva ruta aérea entre Santa Marta y Miami.
Franky indicó que también ya inició la venta de los tiquetes para su vuelo inaugural, programado para el 18 de diciembre del presente año. En esta ruta se movilizarán unos 31.000 pasajeros al año.
El viceministro Franky indicó que este hecho ratifica el compromiso de este Gobierno de trabajar arduamente por una mayor y mejor conectividad aérea en el país, que constituye uno de los propósitos fundamentales en el que el Viceministerio de Turismo ya está trabajando de la mano con el sector privado, para atraer más aerolíneas al país y más inversión a las regiones.
Destacó el Viceministro que también a partir del 20 de diciembre, de una nueva frecuencia aérea en la ruta Bogotá-Riohacha-Bogotá, por parte de la compañía colombiana Viva Air.
El alto funcionario aseguró que “esta es una gran noticia para el turismo de La Guajira, un tesoro natural y cultural, que va en línea con el propósito del Gobierno Nacional y, en especial, del Presidente Duque, de potenciar esta industria en esta región del país, para desarrollar un turismo sostenible y rentable para todos”.
La nueva ruta tendrá cuatro frecuencias a la semana y la posibilidad en temporada alta de aumentarlas a siete semanales.
La aerolínea empezó desde el sábado anterior la venta de los tiquetes aéreos para su vuelo inicial.
Esta nueva ruta aérea beneficiará a la industria de viajes y turismo de la península colombiana, que cuenta con una importante oferta hotelera, atractivos turísticos naturales, gastronomía y una cultura autóctona y auténtica de gran reconocimiento internacional y nacionalmente.
El Viceministro de Turismo destacó que el desarrollo turístico de La Guajira se gestionará en asocio con las comunidades indígenas y el sector privado local, a fin de lograr una mejor infraestructura ecoamigable y apropiada, entre otros propósitos.
Igualmente, se destaca el mejoramiento del aeropuerto de Mompox (Bolívar), cuyas obras consisten en la ampliación de la pista de aterrizaje de 1.100 a 1.300 metros y que permitirá la llegada de aviones más grandes. La obra proyectaría a este destino como un polo de desarrollo turístico en la región.