El hecho ocurrió en la noche del lunes en la capital del país.
Mario Alberto Escorcia, fue el joven samario que se trasladó hace pocos meses hasta la ciudad de Bogotá, este pasó por el peor momento de su vida, un hombre lo agredió porque pensó que estaba con su mujer.
La víctima quien se desempeña como docente en la capital del país, manifestó que él llegó a un local de comidas rápidas, en el barrio Tintalito, al sur de la ciudad y pidió un par de pinchos para llevar; te habría decidido sentarse en una de las mesas del local mientras lo despachaban.
El joven samario informó que al cabo rato de sentarse, una mujer decidió sentarse al otro extremo de la mesa donde él estaba, sin embargo no le prestó atención.
Después de ser atendido y recibir su pedido, se marchó del lugar, pero a unos pocos metros fue alcanzado por un hombre de nacionalidad venezolana, quien lo golpeó fuertemente en el rostro. Lo que le habría provocado una fuerte hemorragia.
“Cuando voy atravesando a la calle el hombre me alcanza y me mete una trompada en la nariz y me dice que eso me pasa por mujeres casadas. Yo le insistí que estaba confundido, que jamás lo había visto. Yo pensé que la agresión obedeció porque le metí conversación a la muchacha de los pinchos de quien pensé que era su mujer, pero vamos a ver que con la que me hacía el reclamo era la mujer que se sentó junto a mi lado a quien ni en lo más mínimo determiné” sostuvo el afectado.
Refirió igualmente que poco después de presentarse la agresión, la Policía acudió al sitio y se llevó al sujeto detenido, quien además de estar en un estado de locura transitoria, no portaba los documentos que permitieran conocer su identidad.
“Afortunadamente la Policía lo detuvo, pero yo fui el que llevé la peor parte porque ahora me encuentro internado en una clínica de Bogotá esperando que me efectúen más estudios para descartar o confirmar una fractura”, agregó Mario Escorcia.
Una vez culmine el protocolo médico el docente instaurará la respectiva denuncia ante la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía por lesiones personales.