La propuesta ha generado reacciones encontradas entre quienes no quieren seguir a merced de los criminales y quienes reclaman la acción efectiva del Estado.
Muchos barrios en Santa Marta parecen estar cansados de la inseguridad y de la falta de acciones contundentes para combatir ese fenómeno, que algunos sectores han comenzado a organizarse para hacerle frente a la delincuencia en sus territorios.
En la ciudad han comenzado a circular propuestas de algunas Juntas de Acción Comunal que han decidido actuar ante el peligro en el que se sienten por cuenta de atracadores, asaltantes y ladrones en general, que afectan al comercio, a las viviendas, vehículos y demás propiedades de los ciudadanos, así como a bienes públicos.
Las propuestas han sido socializadas entre los vecinos, quienes a cambio de una cuota contribuirían al sostenimiento del frente de seguridad y con el pago del personal que lo conformaría; advirtiendo que se requiere de por lo menos el 80% de los residentes del respectivo sector para que la iniciativa sea viable.
El tema ha generado controversia ante la viabilidad de la conformación de dichos frentes de seguridad para que la comunidad asuma roles que les corresponden a las autoridades legítimamente constituidas.