Esta investigación denominada ‘Producción de fitoplancton y zooplancton para la acuicultura marina en el departamento de Córdoba’ tendrá una duración de 36 meses.
Con la finalidad de generar conocimiento científico y tecnológico acerca de la producción de semillas nativas para el cultivo de peces, crustáceos y moluscos marinos, las universidades de Córdoba y Magdalena, han emprendido una investigación conjunta que se llevará a cabo en el Instituto de Investigación Piscícola de la Universidad de Córdoba – CINPIC, ubicado en el municipio de Montería.
Para la investigadora principal del proyecto, Martha Janeth Prieto Guevara, profesora de la Universidad de Córdoba, el avance en el desarrollo acuícola de peces, crustáceos y moluscos marinos, ha sido principalmente a escala de investigación.
El principal problema identificado es la difícil producción de semilla debido a la dificultad del manejo y alimentación de las primeras fases de desarrollo, actividad acuícola conocida como larvicultura, en estas fases los organismos requieren alimentos de alta calidad que obtienen en su medio natural sin dificultad. Estos alimentos son básicamente organismos del plancton natural (fitoplancton y zooplanctón).
“Entre los organismos del zooplancton, los copépodos cumplen con las características requeridas por las larvas de peces y crustáceos, los cuales son las presas que la mayoría de larvas de peces marinos encuentran en su medio natural. Hasta ahora son considerados la mejor dieta larval para muchas de estas especies. Sin embargo, la producción de copépodos es considerada difícil y poco atractiva para la industria acuícola, debido al escaso conocimiento de las variables y parámetros de ingeniería más relevantes para el cultivo de los copépodos”, señaló la investigadora.
En cuanto al fitoplancton, en los últimos 50 años el desarrollo de los cultivos masivos de microalgas ha sido fundamental para el creciente desarrollo de las técnicas de producción acuícola de una amplia variedad de especies, en particular marinas. Además, la tecnología que implica el uso de microalgas ha venido creciendo debido al especial interés por los alimentos nutraceúticos (producto presentado como alternativa farmacéutica), que además del valor nutritivo aportan un efecto directo o indirecto a la salud del consumidor final (bien sea animal o humano).
Así, el desarrollo y establecimiento de tecnologías de microalgas pueden ser aprovechados para el fortalecimiento y uso de tecnologías de manejo de recursos vivos que pueden servir de modelo de apoyo dentro de programas estatales de fomento y fortalecimiento de las comunidades pesqueras del Caribe, así como también, instituciones públicas y privadas del sector acuícola.
“Este proyecto responde a las necesidades inherentes del aprovechamiento sostenible de la biodiversidad, puesto que muchas de las especies acuícolas entre peces, crustáceos y moluscos (marinas y continentales), considerados de interés acuícola, en sus fases larvarias, dependen directa e indirectamente de microalgas como alimento para su desarrollo y crecimiento”, Prieto Guevara.
Así mismo dijo que, “esto conlleva a la necesidad de obtener especies microalgales nativas de las zonas tropicales para tecnificar y mejorar el manejo alimentario de larvas; esto implica un reto debido a la necesidad de adaptarlas a condiciones de manejo controlado (nutricional y ambiental) para garantizar adecuada calidad nutricional a los subsiguientes niveles tróficos (zooplancton, larvas de peces, moluscos, entre otros)”.
Esta investigación denominada ‘Producción de fitoplancton y zooplancton para la acuicultura marina en el departamento de Córdoba’ tendrá una duración de 36 meses y desarrollará en el departamento de Córdoba (95%) en los municipios de Montería, San Antero y Bahía de Cispata, y en el departamento del Magdalena (5%) en los municipios de Sitio Nuevo y Ciénaga.
Además de Martha Janeth Prieto, investigadora principal, estarán como coinvestigadores por parte de la U de Córdoba los profesores Víctor J. Atencio García, José A. Espinosa Araujo y Vicente M. Pertúz Buelvas. Y por parte de la Unimagdalena los profesores Saeko Isabel Gaitán Ibarra y Pedro Eslava Eljaiek.
A nivel mundial se está estudiando el copépodo cosmopolita Acartia tonsa, considerado una de las especies con mayor interés para cultivo, puesto que, sus huevos pueden ser almacenados en refrigeración, esto facilita su uso en acuicultura y crea una oportunidad de negocio para su comercialización a diferentes escalas, en una forma similar a la de Artemia.
Por su parte Acartia tonsa es una especie abundante en el golfo de Morrosquillo, Córdoba, y aunque existe información acerca de la especie en otras regiones y latitudes, su tecnología de cultivo aún es limitada, a esta dificultad se suma la existencia de fuertes variaciones entre las poblaciones de la especie, por lo que es preciso determinar para poblaciones específicas los bio-parámetros más importantes y su relación con los índices productivos.
Determinar estos últimos aspectos contribuye a la solución de los problemas de producción de peces marinos de importancia comercial, al incrementar las posibilidades de inclusión de copépodos en acuicultura. En ese sentido la presente propuesta de investigación permitirá determinar las condiciones más apropiadas para el cultivo del copépodo A. tonsa proveniente de la Bahía de Cispatá, Córdoba, e incrementará la viabilidad tecnológica de su producción.
Este es uno de los proyectos aprobados por el Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías y para desarrollarlo se ha conformado la alianza PRESAS VIVAS entre el grupo de Investigación del Instituto de Investigación Piscícola de la Universidad de Córdoba -CINPIC, y el grupo de investigación en Biodiversidad y Ecología Aplicada GIBEA de la Universidad del Magdalena.
Para la investigadora líder del proyecto, por parte de la Universidad del Magdalena, la magister Saeko Isabel Gaitán Ibarra, esta alianza permitirá avanzar en la generación de nuevo conocimiento que fundamente la diversificación de la acuicultura marina, considerando el gran potencial en biodiversidad de recursos como moluscos, crustáceos y peces. Entre estos últimos se destacan especies con alto potencial para la maricultura en Colombia tales como pargos, meros, róbalos y corvinas.
“Una de las debilidades en la etapa de larvicultura es la dependencia del uso de alimentos vivos de alta calidad nutricional, que en la actualidad genera uno de los mayores cuellos de botella para el desarrollo de esta actividad”, dijo.
De igual forma detalló, que “en ese sentido la ejecución de esta investigación mejorará la producción de alimentos vivos como son los copépodos y microalgas con características físicas (tamaño) y bioquímicas (nutricionales) particulares para la especie de la acuicultura. Además, esta alianza permitirá fortalecer los vínculos académicos entre los investigadores de esta área del conocimiento, aumentando la producción científica que contribuya al cierre de paquetes tecnológicos de especies de cultivo”.