Los miembros de la academia intercambiaron ideas proyectadas a la innovación futura.
En una apuesta por construir conjuntamente el futuro, la Universidad del Magdalena, convocó a cerca de 180 miembros de su comunidad para desarrollar la jornada ágil denominada ‘Cosechando frutos y sembrando compromisos por Unimagdalena’.
La actividad tuvo como objetivo principal que la comunidad de la isntitución construyera una agenda de alta prioridad para el 2024.
Además de plasmar acciones para conseguir la universidad soñada para el 2030 y firmar un compromiso indeleble con la institución que conlleve a la consecución de sus metas.
El espacio fue liderado por la Oficina Asesora de Planeación y orientado por Luis Carlos Jacobsen Aparicio, facilitador ampliamente experimentado en trabajo con grupos diversos y masivos, quien propició un diálogo horizontal entre estudiantes, graduados, directivos, administrativos, decanos, directores de programas, docentes y miembros del Consejo Superior.
Como una institución que camina en sintonía hacia objetivos comunes y donde la planeación permite co-crear involucrando las perspectivas de todos los actores, se empleó una metodología que construye inteligencia colectiva, llamada ‘Café del mundo’.
La misma fomenta la escucha activa y mezcla saberes mediante conversaciones fragmentadas en diversas mesas.
“Veo una comunidad con la que es grato trabajar, una cultura organizacional consolidada. Esa multiplicidad de saberes y perspectivas es lo que se hace en un ejercicio de planeación. Sin lugar a dudas, lo que se reaiza es la construcción anticipada de un destino muy próspero para la Universidad”, expresó Luis Carlos Jacobsen.
Compromiso: el ADN de UNIMAGDALENA
La dinámica permitió realizar un recorrido por los resultados que ha dejado los siete años de liderazgo de rector Pablo Vera Salazar, donde se encuentran proyectos y programas académicos pioneros e innovadores para el país que contribuyen al desarrollo territorial, y la misión de alto impacto que efectúa la alma mater mediante la academia, la investigación y la extensión.
Estas significativas siembras permitieron identificar y reconocer en conjunto que el ADN de Unimagdalena es su compromiso y el papel de transformación que despliega en las comunidades.
Asímismo, fue un escenario propicio para evaluar aspectos transversales de la calidad educativa con la confluencia de todos los estamentos.
“Para nosotros los estudiantes es un honor participar en estas actividades, porque no existen barreras para que podamos trabajar en pro de la universidad. Nuestras voces son escuchadas y es enriquecedor para nosotros y la Universidad”, aseguró Ángela Gutiérrez Durán, representante suplente de los estudiantes ante el Consejo de Facultad de Ciencias Empresariales y Económicas.
“La Universidad que soñamos”
La dinámica impulsó a los equipos a soñar con la Universidad del Magdalena en 2030 y a diseñar las rutas para alcanzar una institución que sigue trabajando con mayor repercusión para surtir cambios positivos en el departamento y la región Caribe.
Los grupos visionaron a Unimagdalena como un centro de referencia de pensamiento en ciencias del mar a nivel de Latinoamérica, la construcción y puesta en marcha de cuatro sedes en las subregiones del departamento y la constitución del programa Talento Magdalena como una política pública nacional.
De igual manera visualizaron impactos en el territorio como el retorno de los profesionales de Talento Magdalena a sus comunidades como agentes de cambio y la contribución para que el departamento sea una sociedad sostenible, líder en el uso de energías limpias, conservación y regeneración del ambiente natural.
La licenciada Claudia Vinueza Riveros, directora del Centro de Plurilingüismo, afirmó que la jornada les permitió a sus participantes integrarse para los propósitos que existen a futuro como comunidad universitaria.
“Somos totalmente capaces de hacerlo y estas actividades promueven la unidad para trabajar en esa meta”, declaró.
Finalmente, con estas acciones la Universidad del Magdalena continúa conduciendo sus esfuerzos hacia la mejora continua de sus procesos institucionales e incentivando a sus colaboradores a asumir compromisos que se traduzcan en conservar el sello de alta calidad.
Lo anterior, influyendo en los territorios, lo que la hace meritoria del reconocimiento que hoy por hoy ostenta en Colombia y el mundo.