Una vez más, la Universidad del Magdalena reitera su compromiso con el desarrollo de la región y en esta ocasión pondrá en funcionamiento el nuevo Edificio de Aulas Río Magdalena, con una inversión total de 23.273 millones de pesos el cual ofrecerá a los estudiantes y docentes de la Alma Máter condiciones excepcionales para el desarrollo de las actividades académicas de docencia.
Inicialmente, las obras se encontraban suspendidas desde inicios del mes de diciembre del 2017, debido a serios problemas generados por el incumplimiento del contratista que la anterior administración universitaria había dispuesto para la ejecución de los trabajos, por lo que las actuales directivas de la institución tomaron acciones legales que conllevaron a la imposición de multas por valor de 756 millones de pesos, lo que permitió recuperar los gastos en los que incurrió la Universidad en arrendamiento de la sede alterna.
Posteriormente el pasado 20 de abril de 2018, a través de una sesión del Consejo Superior, se aprobó el acuerdo “Por medio del cual se autoriza al Rector para realizar el proceso de contratación necesario para la terminación de las obras de construcción del Nuevo Edificio de Aulas Río Magdalena”.
Una vez se dio autorización al Doctor Pablo Vera Salazar, rector de esta Casa de Estudios Superiores, los trabajos no han cesado para culminar las obras, con el propósito que este 4 febrero, día de inicio de clases para el periodo académico 2019 – I, entre en funcionamiento esta moderna edificación.
Características del Nuevo Edificio
El nuevo Edificio de Aulas ‘Río Magdalena’ cuenta con área de 7.327 m2 con capacidad en aulas y auditorios, para 2.411 estudiantes simultáneamente; consta de dos bloques cada uno de cuatro pisos conectados por una rampa y por corredores que a su vez se enlazan con las baterías de baños.
Los bloques en la primera planta contarán con dos espacios flexibles para auditorios con una capacidad de 100 a 200 personas cada uno; siete auditorios tipo torreón, cada uno con capacidad para 40 asistentes, espacio para área académico-administrativa, dos plazas externas de llegada distribuidas al oriente y occidente y conectando los dos bloques mediante una plaza interna.
En el segundo, tercero y cuarto piso tendrán 12 aulas de clases cada uno, para un total de 36, de los cuales se cuenta con 33 salones con capacidad para 50 estudiantes cada uno y 3 aulas especializadas para la enseñanza de idiomas con aforo para 81 alumnos, además de espacios para áreas académico-administrativas y zonas de estancia.
En cuanto a tecnología se contará con sistema audiovisual, acústica e iluminación para los auditorios, así como la dotación de equipos audiovisuales en todos los salones. Aquí la inversión fue de $ 2.244.352.361. Del mismo modo las aulas tendrán aire acondicionado, vídeo beam y disponibilidad de WiFi. Lo anterior enmarcado en una de las Políticas de Desarrollo Institucional, Smart University, acorde a su visión de ser una Universidad de Tercera Generación.
Adicionalmente, el Edificio de Aulas Río Magdalena, cuenta con condiciones de acceso para personas con movilidad reducida, como ascensores y rampas bajo cubierta. Una de las características importantes con las que cuenta esta edificación es la planta de suplencia de energía total, lo cual indica que, en caso de faltar la energía eléctrica, el edificio seguirá en funcionamiento con la operación de la planta, esto permitirá la continuidad de las clases.
Centralidad en el Campus
La entrega de esta infraestructura hace parte de las promesas de campaña y el Plan de Gobierno 2016-2020 “por una Universidad más incluyente e innovadora” del Doctor Pablo Vera Salazar, teniendo en cuenta las necesidades de los estudiantes y docentes de contar con espacios adecuados en el campus principal de la institución.
Con este nuevo edificio se podrá centralizar en el campus toda la docencia. Hasta el semestre anterior muchos de los estudiantes, tenían que ver clases en medio de las incomodidades y problemas estructurales que caracterizaban la Sede Centro (Calle 16, entre carreras 2 y 3ra -Edificio Dávila) ocasionando además de traumas en el desarrollo académico, inconvenientes de movilidad y costos.
“Con la puesta en funcionamiento de este nuevo edificio, lo que logramos es que toda la comunidad universitaria se encuentre centralizada en el campus, desarrollando sus actividades académicas y accediendo a todos los programas y beneficios que la institución ofrece como son la biblioteca, almuerzos y refrigerios entre otros”. Expresó el ingeniero Jaime Noguera Serrano, Vicerrector administrativo de la Universidad.
A PESAR de tener la transferencia per cápita más baja entre las universidades públicas acreditadas, UNIMAGDALENA sigue enfocada en avanzar y crecer, fortaleciendo también gran parte de su infraestructura para la calidad como son edificios de aulas novedosos, laboratorios y próximamente biblioteca, gimnasio y piscina olímpica.