El programa está orientado a formar personas para liderar procesos en zonas rurales.
La Universidad del Magdalena entregó a la ciudadanía, en la más reciente ceremonia de graduación en el Hotel Estelar Santamar, la primera cohorte con ocho graduados del programa de la Licenciatura en Educación Campesina y Rural.
Perseverancia, esfuerzo y dedicación fueron las palabras que se tallaron en sus mentes las tres mujeres y cinco hombres graduados del programa de Licenciatura en Educación Campesina y Rural; que fue creado por esta Alma Mater con el propósito de transformar vidas en las zonas rurales.
Estos primeros graduados hacen parte del grupo de estudiantes egresados de las normales superiores que ya se encuentran desempeñándose como docentes en ejercicio en diferentes áreas rurales, no solo de la ciudad, sino de la Región Caribe.
Ángelo Rodríguez Gallo, docente en ejercicio hace ocho años en la Institución Etnoeducativa Distrital Intercultural, La Revuelta, en el corregimiento de Guachaca expresó que siente este paso como un escalón más en su vida profesional para seguir formando alumnos en el territorio rural.
“Llena de mucha felicidad y expectativa, porque el formar para lo que es la dignificación de la zona rural, es fundamental. Tenemos mucha expectativa porque queremos tener injerencia en ese proceso”, enunció Ángelo Rodríguez Gallo.
Ryan Guerra Robles y María Teresa Jiménez son dos de los ocho graduados que fueron beneficiados por una beca del Ministerio de Educación Nacional, en donde culminaron su carrera profesional en menos tiempo, debido a que les fueron validadas algunas asignaturas y su quehacer práctico.
“Orgullosa y muy feliz porque son propósitos familiares y personales, además que me dan crecimiento a nivel laboral. Soy docente nombrada por concurso desde el 2015 y no es lo mismo ser docente en la parte urbana”, manifestó expresó la graduada María Teresa Jiménez Ríos, docente de la Institución Educativa Técnica de Minca.
Esto último refiriéndose a que las necesidades en el campo son distintas, por una brecha a nivel nacional, por lo que valora el programa al brindar herramientas y capacitarlos para lograr un mejor desempeño en esas zonas.
Finalmente, con este programa, Unimagdalena ratifica su compromiso y contribución a la calidad de vida en la zona rural, disminuyendo los índices de migración del campo a la ciudad.
“Desde que entré en la carrera, realmente mi practica pedagógica cambió, me siento más feliz y siento que estoy ayudando más a los niños y a la comunidad”, sostuvo la graduada Consuelo Portilla Nieto, docente del corregimiento de Guachaca.