Desde el 2018 ‘Afrokamii’ trabaja para regalar una bonita navidad a los niños de su barrio.
La Navidad es sin duda alguna la época más bonita del año. El espíritu del amor y la felicidad contagia desde el más pequeño, hasta el más adulto e incluso, los sectores más apartados y abandonados se visten de colores durante la temporada decembrina.
En Villa Betel, uno de los sectores con más alta vulnerabilidad de la ciudad, una joven llamada Ana Camila, más conocida como ‘Afrokamii‘, ha venido trabajando desde hace cinco años por regalarle una bonita navidad a los niños de su barrio.
Es así como bajo el lema ‘un regalo por una sonrisa’, viste su casa de fiesta y va repartiendo alegría a los corazones más pequeños; alegría que sin duda alguna llena su hermoso ser.
“Me encantan las labores sociales y ver feliz a los niños, por eso, desde el 2018 arranque con este sueño de entregar regalos junto a mi familia y mi equipo de trabajo”, dijo ‘Afrokamii‘, quien es administradora de profesión, pero se dedica a trabajar como maquilladora.
Aunque para este año, la meta era repartir 100 detalles entre los más pequeños de su comunidad, el amor que siente por ellos, la llevo a vestirse de ‘Mamá Noel’ y entregó aproximadamente 200.
“No tengo corazón para negarle un carrito o una muñequita a cualquier niño que llegue a mi puerta, por eso me preparé para recibir más de lo esperado”, señaló ‘Afrokamii‘, a quien su nobleza la hace ser de las personas más queridas del barrio.
Durante el acto de entrega de regalos, en el que los niños pudieron cantar, comer, orar y compartir con sus amigos, el Grupo Equipaje de Talento, realizó una presentación de baile con pequeños de Colombia y Venezuela, que llenó de emotividad a los asistentes.
A esta gran iniciativa, se sumaron los Gestores del Gran Pescaito y la señora Eugenia Granados, que con una donación contribuyeron a hacer una feliz a los infantes de este sector.
Finalmente, el mensaje de ‘Afrokamii‘ para el mundo, especialmente para los samarios, es disfrutar de esta época con mucho amor y regalar felicidad a los más pequeños, que son sin duda alguna quienes más disfrutan.
“La idea es que el espíritu de la navidad se apodere de todos los corazones de mi barrio y que los padres, hagan todo lo posible por mantener viva la tradición de los regalos”, concluyó Ana Camila.