Alrededor de 1000 personas acompañaron a los familiares del menor en su sepelio.
Con profunda tristeza y abrazados por el dolor, así despidieron en horas de la tarde de este martes, al niño de 2 años, Javier de Jesús, asesinado a manos de su padrastro el pasado domingo, en el corregimiento de Palmira, jurisdicción de Puebloviejo, Magdalena.
Con pancartas, ondeando pañuelos y con música de champeta que le gustaba al pequeño, más de 1000 personas caminaron por toda la Troncal del Caribe cargando el féretro del menor hasta llegar al cementerio donde le dieron el último adiós.
Durante el recorrido solo se observaron escena de llanto y dolor, pues los familiares de la víctima y la población en general aún no pueden entender como Luis David Sánchez, homicida del niño, pudo cegarle la vida de esa manera, por algo que él no tenía la culpa y no comprendía.
En el tramo entre el corregimiento de Palmira y el municipio de Puebloviejo, donde se encuentra el cementerio, todos los asistentes alzaron su voz y pidieron que la muerte de Javier de Jesús no quede impute y el responsable del crimen pague por lo que hizo y ocasionó.
LLAMARON LA ATENCIÓN
Como mecanismo para llamar la atención de todas las personas, en especial de las autoridades competentes, los asistentes al sepelio del pequeño decidieron tomarse la Troncal del Caribe vía que comunica a Santa Marta con la capital del Atlántico.
“Esto lo hacemos para llamar la atención de la sociedad, de las autoridades y del Gobierno nacional, ellos tienen que ver y saber que nuestros niños y niñas no se lastiman, que estos hechos no se deben seguir cometiendo en el país, porque ellos son el futuro de nosotros”, afirmó María Celeste, una habitante del corregimiento de Palmira que asistió al sepelio.
QUEMARON LA CASA
Una vez terminado el sepelio de Javier de Jesús, la comunidad enardecida por el crimen decidió dirigirse hasta la vivienda en la que, al parecer, Sánchez pasaba sus noches y posteriormente destruirla en su totalidad y luego prenderle fuego.
Este hecho generó múltiples y millonarias pérdidas, pues dicen, que en ese inmueble también funcionaba un negocio de venta de pescado y, además, se encontraban elementos materiales.
Foto cortesía: Orlando Marchena / El Informador.