El veneno que consumió, afectó gravemente su organismo.
En horas de la noche, falleció el perro Locky, tras ser sometido a la eutanasia debido a los fuertes daños que presentaba en su organismo.
Esto, tras consumir al parecer un alimento envenenado en la calle que alteró su sistema neurológico, destruyéndoselo por completo.
La afectación no permitía que el canino desarrollara sus actividades motoras adecuadamente a través de los sentidos, causando que no pudiera moverse adecuadamente, ni reconociera a los dueños.
Por ello, su familia tuvo que tomar la difícil decisión de practicarle la eutanasia, teniendo en cuenta que era grande el sufrimiento por el que pasaría posteriormente.
Finalmente, hacen un llamado a las personas para que respeten la vida de los animales y a las autoridades para que castiguen a quienes atentan contra la integridad de estos seres vulnerables.