Las horas de miedo se desvanecieron en la isla, bañistas vuelven a la playa con calma.
En San Andrés se cumplió el adagio popular que asegura que ‘Después de la tormenta viene la calma’. Tras 24 horas de miedo y terribles daños que dejó el huracán IOTA a su paso, los bañistas vuelven a las playas de la isla y el comercio reabre sus puertas en busca de recuperar lo perdido.
Así lo captó una cámara de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres en un recorrido de verificación por la isla, en donde se evidencia a bañistas disfrutando de la playa dejando atrás las horas de miedo.
La calma que se percibe en la isla de los siete colores no se compara con la noche del 15 de noviembre, donde el pánico invadió los rincones del archipiélago y solo se escuchaban los fuertes silbidos que traía consigo Iota en medio de la penumbra.
Por otra parte, en Providencia las noticias no son tan alentadoras, el paso de IOTA dejó como saldo una persona muerta y cerca del 98 por ciento de la infraestructura afectada.
En las primeras imágenes que se conocieron se evidencian muchas estructuras en el suelo, viviendas destechadas, árboles y conexiones de energía en el suelo. La poca comunicación que se tiene con Providencia ha dificultado un censo de los daños ocasionados.