Vestidos de rojos y en por lo menos 16 vehículos, miembros del gremio realizaron una movilización por la ciudad. Los 3 meses de inactividad ha generado desajustes financieros.
El transporte especial escolar también alza su voz en medio de la crisis generada por la pandemia. A bordo de sus vehículos y vestidos con camisetas rojas salieron a las calles de Santa Marta exigiendo respaldo por parte del Gobierno distrital y departamental, pues, los casi 3 meses sin laborar han dejado grandes pérdidas económicas a este sector.
“Quisimos movilizarnos pacíficamente para hacernos visibles, nosotros somos debidamente legalizados por lo que las pólizas son costosas y desde el 13 marzo nuestros carros están paralizados. Estamos solicitando una mesa de trabajo para exponer nuestra situación”, aseguró José Pérez representante de la protesta.
Alrededor de 50 buses de los que se desprenden, propietarios, conductores y auxiliares de ruta, han dejado de mantener a por lo menos 150 familias. La crisis la habían afrontado con los ahorros que producía el negocio, pero los egresos constantes del parque automotor anuncia una iliquidez.
“Desde que se decretó el aislamiento a nivel nacional venimos siendo afectados al 100%, porque nuestra herramienta de trabajo son los vehículos. Nosotros dependemos exclusivamente del producido de esta actividad. Hemos sido invisibles, porque el departamento y el distrito no nos han ayudado”, explicó Cindy Chamorro.
El colectivo de trasportadores realizó un pliego de peticiones que guardan para cuando se dé el encuentro en la mesa de diálogo. Entre los puntos que más se resaltan está la entrega de ayudas humanitarias alimenticias y la reconversión laboral.
La modalidad escolar pide ser incluido dentro de las oportunidades de trabajo que esté dando la Alcaldía o la Gobernación. “Nosotros podemos transportar no solo personas sino también insumos, materiales y mercancía. En eso queremos que nos den la oportunidad de trabajar”, concluyó Chamorro.