Los fósiles hallados corresponden a la extinta ‘Stupendemys Geographicus’.
Nuevos especímenes de la tortuga extinta Stupendemys Geographicus, descrita en 1970, muestran que fue 100 veces más pesada que sus parientes y tuvo un caparazón de tres metros y con cuernos.
“El caparazón de algunos individuos de Stupendemys alcanzó casi tres metros, lo que lo convirtió en una de las tortugas más grandes, si no la más grande que haya existido”, explica Marcelo Sánchez, director del Instituto y Museo Paleontológico de la Universidad de Zurich y líder del estudio. En la investigación también participó Edwin Cadena, profesor de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario.
Según El Tiempo la tortuga tenía un peso corporal estimado de 1.145 kilos, casi 100 veces la de su pariente vivo más cercano, la tortuga de cabeza grande del río Amazonas. En algunos individuos, el caparazón completo mostró una característica peculiar e inesperada: cuernos.
“Los dos tipos de caparazones indican que existieron dos sexos de Stupendemys. Los machos tenían caparazón con cuernos y las hembras, caparazón sin cuernos”, concluye Sánchez.
Según el paleobiólogo, esta es la primera vez que se informa de dimorfismo sexual en forma de caparazones con cuernos para cualquiera de las pleurodiras, uno de los dos grupos principales de tortugas en todo el mundo.
A pesar de su enorme tamaño, la tortuga tenía enemigos naturales. En muchas áreas, la aparición de Stupendemys coincide con Purussaurus, los caimanes más grandes. Probablemente fue un depredador de la tortuga gigante, dado no solo su tamaño y preferencias dietéticas, sino también lo inferido por las marcas de mordedura y los huesos perforados en los caparazones fósiles de Stupendemys.
Como los científicos también descubrieron las mandíbulas y otras partes del esqueleto de Stupendemys, pudieron revisar a fondo las relaciones evolutivas de esta especie dentro del árbol de la vida de las tortugas.
“Según estudios de la anatomía de las tortugas, ahora sabemos que algunas tortugas vivas de la región amazónica son los parientes vivos más cercanos”, dice Sánchez.
Además, los nuevos descubrimientos y la investigación de fósiles existentes de Brasil, Colombia y Venezuela indican una distribución geográfica mucho más amplia de Stupendemys de lo que se suponía anteriormente. El animal vivía en toda la parte norte de América del Sur.
Tomado de El Tiempo.