La patrullera Maryuri Ramos murió tras la explosión en la estación de Policía y otro uniformado falleció en el hospital.
La violencia no da tregua en el Cauca. En la mañana de este viernes 11 de julio, un artefacto explosivo fue lanzado desde un dron contra la estación de Policía de Santander de Quilichao, al norte del departamento, dejando como saldo dos uniformados muertos y al menos dos más heridos.
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La patrullera Maryuri Ramos Mamián murió en el lugar del atentado, mientras que otro policía que había resultado gravemente herido falleció poco después en un centro asistencial. El ataque ha sido atribuido al frente disidente Dagoberto Ramos, uno de los grupos armados más activos en esta región del suroccidente colombiano.
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El hecho se suma a una cadena de ataques ocurridos en las últimas horas en el sur del país. Apenas unas horas antes, las disidencias de las FARC, estructura Jaime Martínez, habían lanzado otro explosivo desde un dron en la zona rural del municipio de Jamundí, en el sector de Bellavista. En ese atentado, dos niños, uno de ellos de siete años, resultaron heridos y permanecen bajo observación médica.
Como parte de la respuesta militar, el Ejército confirmó que, en medio de las operaciones adelantadas en zonas rurales de Jamundí, fueron neutralizados tres miembros del frente Jaime Martínez, entre ellos alias Andrey y alias Caballo, señalados cabecillas implicados en actividades de narcotráfico, extorsión y control de rutas ilícitas.
“En una contundente ofensiva, nuestros soldados lograron la muerte de tres integrantes de esa estructura ilegal en desarrollo de operaciones militares”, señaló el Ejército a través de un comunicado oficial.
Los recientes ataques con drones evidencian el nivel de sofisticación tecnológica que han alcanzado los grupos armados ilegales en el Cauca, y han encendido las alarmas de las autoridades nacionales por el creciente uso de estos dispositivos en atentados terroristas.
