Según una de las afectadas, el sujeto se gana la confianza de las personas para terminar burlándose de ellas.
Las estafas a prestadores de servicios de alojamiento en Santa Marta, que confiando en supuestos arrendatarios terminan robados y con deudas millonarias, siguen dando dolores de cabeza a los arrendadores, quienes tienen en este trabajo, el único sustento para sobrevivir económicamente.
Tal es el caso de Kenny Peralta, a quien un hombre identificado como Paulo Cesar Franco Sepúlveda, residente del barrio Gaira, presuntamente la engañó.
De acuerdo con el relato de la denunciante, que se dedica a rentar apartamentos en el sector de El Rodadero, el supuesto estafador se ganó su confianza para hospedar a una familia y, ahora, se niega a pagar una deuda de más de $10 millones.
“Me pidió que le rentara el apartamento por unos días para una familia, diciéndome que trabajaba en una compañía y las personas eran sus socios (…) las primeras semanas del mes de agosto me pagó puntual, al parecer, para amansar terreno y luego robarme”, señaló la mujer.
La afectada siguió su relato contando que, “para el mes de septiembre, me pidió que le rentara por más tiempo y yo accedí; en ese momento seguía pagándome con algunas dificultades, pero cumplía”.
El verdadero dolor de cabeza empezó a finales de ese mismo mes, cuando Paulo, el presunto estafador, decide que la familia continúe en el lugar y empieza a esquivar a la propietaria para cancelar los días de arriendo.
Según la propietaria del apartamento, inicialmente se excusó con un supuesto viaje que debía hacer, lo que supuestamente le impedía cancelar las obligaciones que tenía con ella.
“Las semanas se fueron acumulando mientras día a día le cobraba desesperadamente, mientras el me pedía plazo tras plazo (…) me abonaba entre $50 mil y $80 mil pesos diarios, cuando el pago regular era de $250 mil”, contó la afectada.
Por lo anterior, la mujer decidió acercarse a las personas que estaban hospedadas en su apartamento, quienes también le pidieron tiempo para pagar, asegurando que eran personas responsables.
Llena de valentía, Kenny Peralta decidió desalojar a las personas, sin esperar que estas se negaran a irse, pidiendo plazo para realizar el supuesto pago.
“Llena de desespero, averigüé donde vivía el señor Paulo Cesar Franco Sepúlveda y fui a reclamar mi dinero hasta Gaira, donde reside con su esposa. Sin embargo, no tuve éxito porque lo único que encontré fueron nuevas excusas, acompañadas de enojo por la visita”, aseguró.
Finalmente, y sin ayuda de las autoridades, logró sacar la familia de su apartamento, pero quedó con una deuda en servicios públicos que superan los $4 millones: $3 millones en energía, $600 mil en agua y $428 en gas; además de la mora en los arriendos para una deuda total de más de 10 millones de pesos.
Ante la situación y las diferentes amenazas recibidas, la afectada instauró una denuncia oficial ante la Fiscalía en busca de que sea haga justicia y proteger su vida.
Lo más preocupante del caso, es que extraoficialmente se conoció que, el presunto estafador logró que otra persona cayera en sus manos bajo el mismo modus operandi, por lo que hace un llamado a las autoridades competente a ponerle control a la situación.