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Santa Marta

Taxista en Santa Marta transporta gratis a personal médico en plena pandemia

Juan Carlos Avendaño es un taxista de la ciudad que sin importar las dificultades laborales que enfrenta por la pandemia, se ha convertido en un gran ejemplo de solidaridad a la hora de ofrecer el servicio público de manera gratis al personal médico que labora en las diferentes clínicas de Santa Marta.

A raíz de la estigmatización que existe por parte de algunos conductores del transporte público hacía el personal encargado del área de la salud en medio de la emergencia sanitaria, Juan Carlos tomó la decisión de parquear su taxi a las afueras del Hospital Julio Méndez Barrenche y la clínica La Milagrosa, con el fin de recoger a los trabajadores y transportarlos a sus lugares de residencia sin cobrar la carrera.

  • ¡Señor! ¿taxi?
  • Sí, claro, ¿hacía donde va?
  • Al Líbano
  • ¡Venga!
  • ¡Subase!, yo lo llevo
  • ¿Cuánto me cobra hasta allá?
  • ¡No!, dejé así, no importa

Así la responde Juan Carlos a cada uno de los usuarios antes de abrirles la puerta carro, a quién solo le interesa servir y realizar esta labor social ardua que es admirada por la comunidad samaria.

Desde que comenzó la cuarentena obligatoria en el país, este humilde conductor bogotano le ha aliviado un poco la económia a los héroes de la salud, quiénes a diario tienen que trabajar arriesgando su vida en medio de la crisis por las condiciones laborales y la falta de elementos de protección.

“Me di cuenta que algunos conductores de taxi y buseta no estaban dejando subir a las enfermeras a sus carros por temor a ser contagiados, por eso llevo gratis a estas personas a donde me lo piden. A los que veo en la calle con el uniforme de lugar de trabajo, les ofresco el servicio”, dijo Juan Carlos en una entrevista a través de SANTA MARTA AL DÍA.

El taxi de Juan Carlos es fácil de identificar, sobre todo porque en el vidrio panorámico del taxi colocó un aviso para llamar la atención de los empleados, quiénes a diario lo llaman a su teléfono celular cuando solicitan una carrera.

Juan Carlos actualmente reside en el barrio Los Alcázares, y aunque no es samario, se considera hijo adoptivo desde hace 8 años que llegó a la ciudad para enfrentar la vida al lado de su esposa y servir a las personas que más lo necesitan en esta época de pandemia.

Avendaño tiene el horario de trabajo dividido, sale a las 4:00 am y termina su turno a las 9:30 pm, es por eso que escogió además un par de horas en el día para hacer unas carreras aparte y así obtener la tarifa diaria, para el combustible del carro y los gastos necesarios sostener su hogar.

“Para mí es una labor muy gratificante y satisfactoria, y ellos también estan bastante agradecidos. Para muchos al principio era una sorpresa y no creían, algunos no tienen para el transporte porque les adeudan meses de trabajo, este servicio ha sido de una gran ayuda”, dijo el conductor.

Pese a que no siente temor de resultar contagiado por el virus, Juan Carlos considera que es un labor bastante arriesgada, es por eso acata cada una de las medidas preventivas, no saluda a los usuarios con la mano y utiliza algunos elementos de protección como como tapaboca y guantes, además desinfecta el interior del vehículo varias veces al día.

“En estos momentos el riesgo de contagiado está en cualquier parte, y no necesitamos estar cerca a una persona extranjera para adquirir el virus. Cuando llego a mi casa siempre acostumbro a ducharme y dejo la ropa en una bolsa, ya que se debe lavar aparte para desinfectarla”, aseguró.

Juan Carlos invita a todos aquellos conductores de la ciudad a qué contribuyan de alguna u otra manera colocando un granito de arena durante el confinamiento mundial, y como dice aquella frase: “el que no vive para servir, no sirve para vivir”.

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