Después de 12 días de debate sobre las objeciones presidenciales a la ley que reglamenta la Justicia Especial para La Paz, JEP, las posiciones se hicieron cada vez más radicales entre quienes buscaban aceptarlas y quienes se oponían a ellas.
De un lado el Gobierno, el Centro Democrático y el Partido Conservador, y del otro los sectores de izquierda, el Partido Liberal y las mayorías de Cambió Radical y la U.
La votación en el senado de 47 votos en contra de las objeciones y 34 a favor fue interpretada por cada sector como un triunfo. A la plenaria de hoy llegaron con sus posiciones inamovibles por lo que un acuerdo de cuatro partidos políticos permitió destrabar el asunto.
La decisión de estos partidos fue salirse de la plenaria para desbaratar el quórum y así impedir una segunda votación.
Sin congresistas para repetir la votación, el presidente del Senado anunció que el expediente de lo actuado será remitido a la Corte Constitucional.
El Gobierno nacional celebró como una victoria lo ocurrido porque considera que la mayoría necesaria para aprobar era de 48 votos y que como no se consiguió esa cifra, la Corte Constitucional debe dar por aceptadas las objeciones.
Con la decisión del Senado, será la Corte Constitucional la que decida si las objeciones presidenciales a la ley estatutaria de la JEP fueron rechazadas o aceptadas.
