Ante la Comisión de la Verdad, el expresidente Ernesto Samper tuvo una segunda sesión en la mañana de este jueves dirigida por el padre Francisco de Roux, presidente de la entidad. En esta oportunidad, el exmandatario habló del asesinato del exdirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado, del proceso 8.000 y de episodios conspirativos durante su Gobierno.
Sobre el magnicidio, enfatizó que Gómez Hurtado era su amigo tanto en lo personal como en lo político y recordó que en el momento del crimen, 2 de noviembre de 1995, en su gabinete había tres ministros ‘alvaristas’.
Recordó que posterior al crimen, Juan Gómez Martínez lo buscó y le dijo que según testigos le señalaron que les despertó sospechas la presencia de un vehículo tipo campero. Cuando se hicieron las indagaciones al respecto establecieron que en su interior estaban dos militares que pertenecían a la Brigada de Inteligencia y que fue asignado a la Escuela Superior de Guerra.
También trajo a colación una frase del exembajador Myles Frechette en la que hacía referencia al asesinato del político conservador apuntando a que detrás de este hecho estuvo un grupo de militares, al parecer, a manera de represalias porque no quiso participar en un golpe de Estado en contra del gobierno Samper Pizano (1994 – 1998).
“Soy el más interesado en que se sepa la verdad sobre Álvaro Gómez (…) Mi convicción es que los conspiradores o una parte de ellos, los de sangre, buscaron a Álvaro Gómez para que sirviera de jefe de la oposición en una eventual transición y él se opuso, porque sabía lo que era un golpe de estado y eso le costó la vida. Esa es la versión que encuentro coherente y consistente”, dijo Samper.