Hoy se cumplen 17 años del asesinato de Roque Morelli Zárate. Aquel 5 de septiembre del año 2002 se le apagaron los sueños al decano de la Universidad del Magdalena; su familia lo califica siempre como una persona que era de espíritu afable, criado bajo principios morales y espirituales, quién además salió adelante con sus uñas y hasta quemándose sus pestañas para formarse y educarse.
En su mente solo pensaba en enseñar a sus estudiantes lo que había aprendido, el ser maestro, vivía feliz y contento cada día por transmitir a la juventud todos sus conocimientos en la academia.
Roque con 39 años se sentía aún en el esplendor de su juventud, y entre sus mayores ilusiones estaba ver crecer a su hija que para el año de su partida, solo tenía 3 años; sueño que la muerte no dejó hacer realidad.
Carlos y Luci, hermanos de Roque, aseguran que el decano dejó un legado entre ellos, los estudiantes y sus amigos; pero la tristeza abunda sus corazones por lo que para ellos es una manera injusticia de cómo ha obrado la justicia colombiana.
AQUEL TRÁGICO 5 DE SEPTIEMBRE DE 2002
Mientras el país celebraba un año más de la conquista de la selección Colombia con el 5 a 0 en el Monumental argentino, Santa Marta se enlutaba con el fallecimiento de Roque Morelli.
El hecho se registró cuando el docente se dirigía a la universidad para reunirse con estudiantes de la Normal de Señoritas y socializar un proyecto llamado ‘Cero Alfabetización’; mientras esperaba la ruta de buseta a la entrada del barrio La Ciudadela 29 de Julio, fue abordado por hombres que se movilizaban en motocicleta, quienes dispararon contra de su humanidad, en repetidas ocasiones.
Su cuerpo quedó tendido en la mitad de la calle en medio de un charco de sangre, en medio de la conmoción que generó la desaparición de un líder universitario, pero embargó de dolor a una familia, por la muerte de un padre, un hermano, un hijo y esposo.
“Cuando me entero a las 2:00 de la tarde aquel 5 de septiembre de la muerte de mi hermano me dio mucho dolor. Yo estaba en la ciudad de Bogotá con mi esposo, pero me toco coger un vuelo en la noche, en ese momento empezó a vivir la familia algo impresionante, lo que más me duele es que él iba para España hacer un doctorado, y todos esos sueños fueron truncados, por favor no tapen la justicia con la injusticia”, recordó Luci Morelli, hermana de Roque.
A partir del momento en que ocurrió la tragedia, la familia Morelli se dividió en dos, marcando un antes y después de esa tragedia, los recuerdos de Roque siguen en la mente de todos y el hecho que se los arrebató sigue dando vueltas su cabeza, “como si se hubiese registrado ayer”.
OTROS LÍDERES ASESINADOS
Pero Roque no fue el único miembro de la Universidad del Magdalena asesinado en los primeros años del nuevo milenio, este fue el tercer caso registrado después de los crímenes del estudiante Hugo Maduro y del docente Julio Otero, hechos que generaron una serie de investigaciones sin resolución en todos los estamentos judiciales.
Para los familiares la investigación tuvo que luchar contra una nube gris producto de una política sistemática mezclada con el paramilitarismo de la época, tiempo en que estuvo como rector de la Universidad del Magdalena Carlos Eduardo Caicedo Omar, a quien responsabilizan aun como el autor material; sin embargo, la justicia aún no ha comprobado nada.
EL PROCESO
La muerte de Roque Morelli se vivió con gran pesar, y hasta el momento las investigaciones siguen su curso, los autores materiales fueron condenados, entre esos un agente de la Policía, que según confesó la familia, sería el que prestó el arma para ultimarlo, y cinco paramilitares más implicados en el proceso.
“Vemos con tristeza los fallos emitidos por el Consejo de Estado, donde se han negado a una indemnización de la familia, manifestando que el Policía no era Policía, porque estaba de vacaciones, y que el arma que se utilizó no era de la institución; cada vez hay más injusticia, por eso seguimos firme hacia adelante, para que haya reparación como víctimas que somos” aseguró Armando Restrepo, secretario de derechos humanos y solidaridad del Sindicato de Trabajadores Empleados y Universitarios de Colombia (Sintraunicol).
SU FAMILIA HUYÓ DE LA CIUDAD
Yolima Ruíz, esposa se Roque Morelli, quien abandonó la ciudad por temor a recibir amenazas, por lo que una vez fue sepultado su compañero sentimental, se fue a vivir a Cartagena en el exilio.
“Han sido 17 años de lucha, no queremos que a ninguno le pase lo que nos pasó a nosotros. Hacemos un llamado a los magdalenenses, no queremos que otro le pase esto que hemos sufrido” dijo Yolima Ruíz.
Hoy hay una preocupación latente en la familia, ya que faltan 3 años para el vencimiento de términos en el caso, y siguen a la espera que el asesinato sea declarado de lesa humanidad, argumento que debe dar la Fiscalía, en un estudio ponderando de los hechos, para saber si el hecho cometido merece ser imprescriptible o por el contrario si el crimen de Roque se trató de un homicidio simple o agravado.
“A nosotros nos duele nuestra sangre, queremos que se pongan en nuestra piel, y sepan lo que es perder a un hermano” dijo Carlos Morelli.
