El empresario dijo que es inocente y que ora por las familias de los fallecidos.
Por primera vez se conoció la versión de Enrique Vives Caballero sobre el accidente en el que se vio involucrado y en el que perdieron la vida seis personas y una quedó herida.
La entrevista que fue realizada por una especialista de Medicina Legal, se dio a conocer durante la audiencia de imputación de cargos.
En sus declaraciones aseguró que el domingo antes de arrollar con su camioneta a siete personas en el sector de Gaira, se había tomado únicamente “dos o tres cervezas en una fiesta en la que participé”.
El empresario dijo que tiene la conciencia tranquila porque fue un accidente involuntario que terminó en tragedia.
“No lo quise hacer, iba en mi carril. Voy en el izquierdo, no los vi y frené”, narró.
Además contó que iba rumbo a su casa luego de haber compartido con amigos en los barrios Riascos y Bavaria.
“No venía alcoholizado, estaba en un cumpleaños. Me tomé dos o tres cervezas… Él compró un six pack y salimos de una por cabeza. Paso por Bavaria, me tomé unas fotos y me fui”, agregó.
Del momento exacto del siniestro, dijo recordar que “estuvo lloviendo y todo eso. Cogí mi carretera como todos los días de la vida lo hago.
Trabajo en Riascos y vivo en Pozos Colorados”.
“De repente me sale un grupo de muchachos y no los vi. La vía no está iluminada”, detalló.
El empresario también dio a conocer que luego de arrollar a las siete personas, entre ellos tres menores de edad, se bajó de la camioneta para tratar de a auxiliar a una mujer.
En ese instante, expresó que lo “cogieron a puños unos habitantes del sector, y la Policía rápidamente me cogió y me llevó del sitio”.
A raíz de este accidente, indica que permanece intranquilo y aturdido y con miedo a que le hagan daño a él o su familia. “No logro conciliar el sueño. Las imágenes se me pasan todo el tiempo. Siento que me van a venir a matar”, contó al entrevistador.
Vives además contó que su esposa estaba embarazada y se le adelantó el parto a raíz de la situación.
Enrique Vives se describió a sí mismo como una persona buena y tranquila: “no tengo problemas económicos, ni personales, he construido una vida con mi esposa. Dios me puso este impase en el camino del resto nada”.
Finalmente aseguró que lo sucedido “fue un accidente que ninguno de los afectados quería que sucediera (…) Yo en mi corazón siento que soy inocente, que oro mucho por la familia de los muchachos desaparecidos y que trataré de hacer lo mejor posible para que ellos se dediquen este tiempo a Dios”.