Las autoridades se encuentran revisando las cámaras de seguridad para identificar al responsable del crimen.
Como si se trata de una escena de una película de Halloween o mejor, una noche de disfraces un 31 de octubre, un sicario buscó una vestimenta igual o parecida a la de una persona evangélica para llegar hasta un parqueadero en el sector de la Universidad del Magdalena y acabar con la vida de uno de los cabecillas de la organización criminal ‘Los Rastrojos’.
Ante la mirada de cientos de transeúntes, el sicario, quien portaba unas prendas muy elegantes y una biblia entre sus brazos, al parecer, para despistar a los ciudadanos, procedió a ingresar al lugar donde se encontraba Félix Francisco Ramírez Castrillón, para asesinarlo de varios impactos de bala, pues esa fue la orden que recibió y por la que le pagaron.
Luego de cometer el crimen, el delincuente, como si nada hubiese ocurrido, pero con miedo entre él, guardó el arma entre el libro sagrado y salió caminando rápidamente hasta donde lo esperaba su cómplice, para huir y llegar hasta un lugar a rezar para que la Policía no lo encontrara.
Con más de cuatro disparos en su cabeza, Ramírez Castrillón, quedó tendido entre un charco de sangre sin vida y sin que nadie pudiera hacer nada por ayudarlo. Sus familiares estaban lejos del sitio y cuando llegaron era demasiado tarde, todo había ocurrido y la Policía ya hacía sus procedimientos.