Con voz pausada, recordó ante los más de 60 representantes de América Latina, el Caribe y Europa que la Sierra Nevada de Santa Marta es el corazón que une la nieve con el mar.
Vestido con su manta blanca tradicional y con la serenidad de quien custodia los secretos de la Sierra, un líder arhuaco inauguró oficialmente la IV Cumbre CELAC–UE con un mensaje que trascendió los discursos políticos: un llamado a cuidar la tierra, el agua y el equilibrio natural del mundo.
“El mar se conecta con la nieve, y si la Sierra muere, también sufre la parte baja, la urbana”, expresó, mientras los asistentes escuchaban con respeto el mensaje espiritual que enlaza la sabiduría ancestral con la urgencia ambiental.
Su intervención, breve pero profunda, se convirtió en uno de los momentos más simbólicos del encuentro. No fue solo una apertura protocolaria, sino un recordatorio de que las decisiones de cooperación birregional deben reflejar respeto por la naturaleza y por la vida.
Así, Santa Marta, territorio sagrado para los pueblos de la Sierra Nevada, se transformó en el escenario donde la voz de los Mamos resonó ante el mundo con un mensaje universal: proteger la tierra es protegernos a todos.


