La Corte Suprema deberá tomar en las próximas horas una nueva decisión en torno a la suerte del senador de la U, Edgardo Pulgar.
El martes, la Sala de Instrucción del alto tribunal ordenó su captura, dentro del proceso que se le sigue por presunto tráfico de influencias, cohecho y violación de topes electorales.
Ahora, deberá decidir si accede a la solicitud de su defensa de que sea trasladado por razones médicas. Tal como lo informaron medios nacionales, Pulgar fue capturado en el aeropuerto El Dorado por el CTI, reseñado y llevado a una celda de La Picota.
De hecho, fuentes de la Corte confirmaron que enviaron un dossier con su historia clínica y ahora están pidiendo que lo valore un médico experto de Medicina Legal.
“Lo hace propenso a múltiples y graves enfermedades y se le permita someterse a la medida de aseguramiento en un lugar que no ponga en peligro su vida”, dijo su defensa en el mismo comunicado en el que anunció que pedirá un control de legalidad sobre su captura.
El origen del proceso en contra de Pulgar es una conversación, grabada (en 2017) por el entonces juez Andrés Rodríguez Caez. Este dice que el senador le ofreció un soborno para favorecer en un proceso a su amigo Luis Fernando Acosta Osío. Se trata del líder de un grupo que controla la Universidad Metropolitana de Barranquilla y es ligado con la Fundación Acosta Bendeck y el Hospital Universitario Metropolitano.
La Corte cree tener evidencia de que se configuró el delito de tráfico de influencias (artículo 411 del Código Penal), por cohecho y por violación de topes electorales.
Fuente: EL TIEMPO