La Comunidad universitaria lo recuerda como un estudiante alegre, ‘mamagallista’, pero al mismo tiempo sensible e incansable, en su lucha contra la injustica.
Han pasado 21 años desde aquel viernes 26 de mayo del año 2000, fecha en la que asesinaron a Hugo Elías Maduro Rodríguez, estudiante de Economía Agrícola de la Universidad del Magdalena.
Su recuerdo está más vivo que nunca, porque es un símbolo de lucha estudiantil, incluso para quienes no lo conocieron.
Su muerte toma un significado preponderante entre el estudiantado y demás miembros de la Comunidad Académica la Unimagdalena, porque se conmemora en medio de la más aguda jornada de protestas y manifestaciones en Colombia.
Maduro fue un líder estudiantil crítico e inconforme, que luchó de la mano con los sindicatos para lograr mejores condiciones laborales, para que no se suspendiera el semestre por falta de recursos o no se subiera el costo de la matrícula, por ejemplo.
Hoy la Comunidad Universitaria lo recuerda como el típico muchacho de esa época que era alegre, ‘mamagallista’, pero al mismo tiempo sensible e incansable, en su lucha contra la injustica, que se movía entre salones de clases y reuniones con los líderes.
Comprometido con su entorno universitario y social por quienes tenían en la educación superior el único medio para surgir, tal como le pasaba a él, debido a su estreches económica.
Gustavo Rodríguez Echeverría, docente de planta de Universidad, con quien cursó Economía Política en segundo semestre y Economía de la Tierra en octavo, y quien además para ese momento se desempeñaba como Director del Programa, lo recuerda como una persona inconforme, inquieta y luchadora, no solo por las causas propias sino también las de sus compañeros.
“Ese liderazgo le permitió que se desarrollase al interior de la Universidad muchas asambleas triestamentarias con los tres estamentos. Es decir, docentes, estudiantes y trabajadores, en las cuales, la lucha era casi qué común, muy parecidas a las de hoy, pero con algunas diferencias”, aseveró.
Un crimen que aún duele
A Hugo Maduro lo asesinan a las 8:00 de la noche dos sujetos que llegaron en moto hasta la puerta de su casa donde estaba sentado conversando con su hermana. El tipo se baja de la moto con un arma en la mano y lo persigue hasta la casa de una vecina donde corrió para salvar su vida.
Le disparó en repetidas ocasiones debajo de la cama hasta donde fue a esconderse. Murió como consecuencia de los disparos y su familia tuvo que huir de Santa Marta por las continuas amenazas de muerte que recibieron.
Fue el primero de tres crimines que marcaron una época del terror paramilitar en la Universidad del Magdalena. Las otras víctimas son el vicerrector Julio Otero, asesinado el 14 de mayo de 2001 y el decano Roque Morelli Zárate, el 5 de septiembre de 2002.