Con una jornada masiva de limpieza en la Calle 30, donde se recolectaron más de 500 metros cúbicos de residuos, la administración de Carlos Pinedo Cuello avanza en su compromiso de transformar el entorno urbano y fomentar la cultura ciudadana en vísperas del quinto centenario de la ciudad.
En el marco de los 500 años de fundación de Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia vive una etapa de transformación urbana que busca dignificar sus espacios públicos y fortalecer el sentido de pertenencia entre sus habitantes.
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Una de las acciones más destacadas en esta agenda de renovación fue la jornada de limpieza y recuperación de la Calle 30, donde se recolectaron 500 metros cúbicos de residuos sólidos, el equivalente a 35 viajes de camión llenos de basura, escombros y desechos voluminosos que durante años afectaron la imagen y funcionalidad de esta importante vía.
La actividad fue liderada por la Alcaldía Distrital, en articulación con la empresa de aseo Atesa, la Oficina de Gestión del Riesgo y Cambio Climático, la Policía Metropolitana y el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP), bajo el liderazgo de su gerente Sandra Britto Linero.

Para el alcalde Carlos Pinedo Cuello, este tipo de intervenciones son parte esencial de su visión de ciudad: “Queremos celebrar nuestros 500 años mostrando una Santa Marta que se transforma con el trabajo de todos. Una ciudad limpia, digna, que refleje orgullo en sus habitantes. Solo con corresponsabilidad y cultura ciudadana podemos lograrlo”, expresó.
Desde el SETP, se ha trazado una hoja de ruta que va más allá de mejorar la movilidad. Su gerente, Sandra Britto, asegura que estas acciones apuntan también a recuperar el espacio público como un derecho colectivo: “No se trata solo de vías y buses, sino de embellecer el entorno urbano y mejorar la calidad de vida de los samarios”, indicó.
La jornada fue también un llamado a la ciudadanía: las autoridades invitan a mantener limpios estos espacios recuperados y a ser parte activa del proceso de transformación de Santa Marta.

Mientras se acerca la conmemoración de su medio milenio, la ciudad comienza a mostrar una cara distinta: la de una capital comprometida con su historia, su presente y, sobre todo, su futuro.
