Desde el momento que pensamos en Santa Marta para vivir una experiencia inolvidable se nos abren un abanico de opciones.
Paisajes, historia, naturaleza, comida, arquitectura, atardeceres de esa y muchas cosas más está compuesta la ciudad dos veces santa.
La capital del Magdalena, que lleva el legado de ser la primera ciudad de Colombia fundada el 29 de julio de 1525 por el Español Rodrigo de Batidas, y una de las primeras ciudades en Suramérica, le cuenta parte de sus 495 años de historia a cada visitante y propio de este territorio a través de sus calles, callejones, casas coloniales y sitios turísticos.
La ciudad con la ‘Bahía más linda de América’ como la bautizan todos los que han tenido la oportunidad de conocerla, y quienes la ven a través de fotografías, reposada entre los estribos de la Sierra Nevada y el mar caribe.
Santa Marta, apetecida por sus playas, arquitectura, gastronomía y ambiente nunca se queda corta para sorprender a cualquiera persona del mundo que la elija para vivir, o pasar vacaciones.
¡La magia de tenerlo todo! Es la definición más exacta que le han podido dar a este mágico territorio. Quien busca enamorarse y sorprenderse de historia y belleza, visita cuidadosamente cada rincón de esta ciudad colonial y contemporánea.
Santa Marta, ciudad multicultural, paradisiaca, y caribeña, que cautiva no solo desde su centro sino también en su zona rural donde conserva gran parte de su biodiversidad.
SANTA MARTA RURAL, POTENCIA TURÍSTICA
Para empezar a hablar de las bondades del área rural de Santa Marta, hay que mencionar a:
Bonda: un pueblo ancestral
Es un corregimiento muy especial de origen indígena de Santa Marta, situada en inmediaciones del río Manzanares, cuyas aguas frías brinda frescura y bienestar a los visitantes, adicional de su magnífico paisaje que son de admirar.
Ahí mismo se disfruta de piedra Donama, un destino turístico donde se encuentran iconos de la cultura Tayrona.
Guachaca: Un oasis muy cerca de Santa Marta
A una hora de Santa Marta, apartado del ruido de la ciudad, se encuentra aquel tranquilo e inspirador territorio llamado Guachaca, donde el vaivén de las palmeras y olas, le brindan confianza y absoluta tranquilidad a quienes la visitan.
Aventureros ven a Guachaca, como aquel sitio para desconectarse del agitado y agobiante mundo moderno y conectarse con la riqueza que nos brinda Dios, y que en este territorio se conservan perfectamente, la naturaleza.
Es aquel lugar que invita a sus visitantes a poner el celular en silencio, relajarse física y mentalmente.
Minca: Un paraíso en la Sierra Nevada de Santa Marta
A tan solo 45 minutos de Santa Marta, sobre la Sierra Nevada los paisajes naturales que se contemplan son impresionantes y distintos a los de cualquier parte del país.
Montañas, pozos de agua, cascadas naturales virgen, buen clima y un terreno cafetero inigualable son algunas de las bellas cosas que se pueden apreciar en Minca.
Taganga: pueblo de pescadores
A tan solo 15 minutos de Santa Marta, y muy cerca de los límites del Parque Tayrona, se encuentra una bonita y escénica bahía rodeada de montañas que la hacen admirable para quien la visita. Aquella pequeña aldea reconocida por su ser territorio de pescadores, cuenta con varias playas, que no dejan indiferente a sus viajeros, tiene un encanto en sus aguas cristalinas.
Taganga es el lugar perfecto para hacer planes, visitar el Parque Tayrona, clases de buceó, y disfrutar de la vida nocturna son algunos de los atributos que ofrece este pueblito de mochileros.