Santa Marta registró en 2025 una disminución significativa en los homicidios y otros delitos de alto impacto. Las autoridades destacaron avances operativos, capturas e incautaciones, aunque advirtieron que persisten retos en materia de derechos humanos, seguridad territorial y protección de la juventud.
Santa Marta cerró el 2025 con 177 homicidios, lo que representa 27 casos menos que el año anterior, consolidando una reducción sostenida de los delitos de mayor impacto en la capital del Magdalena.
De acuerdo con la Policía Metropolitana, este resultado refleja un comportamiento positivo en materia de seguridad ciudadana, especialmente en los indicadores relacionados con la violencia letal.
El comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, coronel Jaime Ríos, destacó que la reducción no solo se evidenció en homicidios, sino también en otros delitos que afectan directamente a la ciudadanía.
Según las estadísticas oficiales, durante 2025 se registraron: 29 homicidios menos en comparación con 2024, 29 % menos hurto a personas, 13 % menos hurto a residencias, 29 % menos hurto a comercio, 39 % menos hurto de motocicletas y 11 % menos hurto de automotores.
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Estos resultados, indicó el oficial, son producto de una planeación estratégica del servicio policial y del fortalecimiento de los operativos de control en diferentes sectores de la ciudad.
Golpes a estructuras criminales y resultados operativos
Durante el año, la Policía Metropolitana reportó 1.821 capturas por diferentes delitos, así como afectaciones a más de 14 estructuras criminales dedicadas a la extorsión, el hurto en todas sus modalidades y el homicidio.
A esto se suman importantes incautaciones y recuperaciones: 230 armas de fuego incautadas, 546 kilogramos de clorhidrato de cocaína decomisados y 227 motocicletas recuperadas.
Uno de los hechos destacados por la institución fue que, gracias a la planeación operativa, la noche del 24 de diciembre no se registraron homicidios en Santa Marta, un resultado poco común en fechas de alta incidencia.
“El Distrito cuenta con una Policía dispuesta las 24 horas del día. Esperamos cerrar el año con estos resultados e iniciar un 2026 con la misma energía para seguir trabajando por la seguridad de los samarios”, expresó el coronel Ríos.
Persisten riesgos y desafíos en derechos humanos
Pese a los avances, las autoridades distritales reconocen que los retos en materia de seguridad y derechos humanos continúan.
La Alta Consejera para la Paz en la Sierra Nevada, Jennifer del Toro, advirtió que existe un riesgo alto de violaciones de derechos humanos, especialmente por la disputa entre actores criminales que dinamizan economías ilegales como el narcotráfico, la extorsión, el microtráfico y el despojo de tierras.
Desde el Distrito se ha insistido en la necesidad de implementar de manera urgente las 38 recomendaciones emitidas por la Defensoría del Pueblo, con el fin de conjurar una amenaza humanitaria que sigue latente en los territorios de influencia de la Sierra Nevada.
La Consejería de Paz también hizo un llamado a que los procesos de paz y diálogos sociojurídicos adelantados por el Gobierno Nacional sean operativos y efectivos, con el objetivo de desescalar la violencia, lograr la desmovilización de actores armados y atender los problemas sociales que alimentan el conflicto.
Del Toro señaló además la necesidad de una fuerza pública robusta, con capacidad de respuesta y contundencia, para garantizar el orden público y la seguridad ciudadana.
Una deuda histórica con la juventud
Uno de los datos más sensibles revelados por la Consejería de Paz es que más de 4.700 jóvenes han sido asesinados en Santa Marta entre 2003 y 2025, en su mayoría hombres menores de 28 años.
“La violencia en nuestra ciudad ha sido, históricamente, una guerra contra los jóvenes”, advirtió Del Toro, al señalar que víctimas y victimarios suelen pertenecer a la misma franja etaria.
Como parte de la apuesta preventiva, el Distrito destacó el fortalecimiento de programas contra el reclutamiento forzado y la instrumentalización de menores, así como una ambiciosa estrategia educativa.
En articulación con el Ministerio de Educación Nacional, se destinó una inversión de 28 mil millones de pesos para educación superior en zonas afectadas por el conflicto armado. En 2025, Santa Marta consolidó siete nuevos nodos de educación superior, ubicados en zonas rurales y barrios periféricos.
La estrategia busca ofrecer a los jóvenes un camino alternativo a la violencia, con acceso gratuito a programas profesionales directamente en sus territorios.
Un balance con avances y retos
Santa Marta cerró 2025 con menos homicidios, menos hurtos y mayores resultados operativos, lo que representa un avance en seguridad ciudadana. Sin embargo, las autoridades coinciden en que la reducción de cifras no elimina los riesgos, ni sustituye la necesidad de soluciones estructurales, presencia institucional y oportunidades reales para la juventud.
El desafío para 2026 será sostener la tendencia a la baja, fortalecer la prevención y evitar que la violencia vuelva a marcar el destino de una generación.


