A pesar de la ayuda que recibieron para viajar a Querétaro, el dinero para repatriarlo es una fortuna.
En las afueras de la Fiscalía 5 de Querétaro en México Alexander Jiménez y Johana Castillo, los padres de Jhon, el joven samario fallecido en un accidente ocurrido el 21 de diciembre, sufren otro calvario: no se han podido traer el cuerpo de su hijo a Santa Marta.
La razón de esto, explican los enlutados padres, porque la Cansillería en Colombia les negó cualquier apoyo económico para repatriar el cuerpo de su hijo, y el dinero que recogieron, no les alcanzó “solo nos alcanzó para los gastos de los viajes, y hemos tenido enormes gastos”.
El llanto por la desilusión que causa no solo saber que no lo verán más con vida, sino ahora saber que la cristiana sepultura de su pelaito “está embolatada, porque no hay plata”, hace llorar más y más a Johana.
“Les agradecemos a las personas que nos ayudaron pero hemos tenido gastos y no recogimos ni $5 millones y llevarnos el cuerpo vale una fortuna”, afirmó la desconsolada madre.
Los padres de Jhon aseguran que sufren por partida doble, además están en un país donde “no conocemos a nadie, solo queremos es llevarnos a mi hijo”.
La muerte de su hijo
El pasado 23 de diciembre se confirmó el lamentable deceso del joven samario Jhon Jiménez Castillo, en Querétaro, México.
Jhon había llegado a tierras mexicanas en busca de mejores oportunidades laborales, sin embargo, mientras se movilizaba en una motocicleta, habría sido embestido por un bus de servicio público.
El hecho ocurrió cuando el vehículo en el que se desplazaba fue impactado por dos autobuses que, según testigos, competían entre sí, causando la colisión.