Pizzas con bordes rellenos, lasañas, una salchipapa con albóndigas de carne llenos de una sazón que solo el chef Alex Gómez podría ejecutar.
Una pareja de emprendedores que empezó su primer restaurante con una plata que les dieron a guardar.¡Así empezó la aventura!
Escuchar Samalandia es imaginar un mundo Disney, pero de los samarios; Historias de los abuelos, reales, ficticias, lo que dicen en la esquina o cualquier chisme de barrio; esos son los ingredientes para dar sabor a cada plato lo que hace posible sentir, que te estas comiendo el morro a bocados.
Samalandia está ubicado en la Urbanización Santa Lucía, manzana H casa 5, esquina de color rojo en plena frontera entre la urbanización El parque, Acodis y el barrio Luz del Mundo, como dice su propietario: “Por acá hay más locos que en Pescaíto”.
Es una sucursal, es una embajada de la cultura popular samaria. Pescaíto, Ancón, San Martín, San Jorge, cada loco, o loca (Lamparita, la loca del frente) cada personaje (Chillaver, Balín, entre otros), casetas y bailaderos sin que falten las chismosas, con todos estos elementos logran llevar a sus clientes identidad cultural y una desbordada creatividad e inigualable sazón.

Pizzas con bordes rellenos de salchicha, chorizo, bocadillo con queso, hechos con una masa ligera y a la vez crocante que por momentos sabe a Italia. Una salsa Pomodoro (tomates frescos), albahaca, ajo y pimienta recién molida generan confusión al mismo tiempo que sale una orden de ‘Pizza veneca’ y una ‘Pa’ jodete’ con carne desmechada en salsa criolla.
A la pregunta ¿del por qué, no empezaron en Pescaíto? respondió de manera jocosa: “¡Me gustaría llevar el restaurante Samalandia a Pescaíto, pero me da miedo! ¡Esa gente tiene fama de mala paga!”, “Allá viven mis amigos, los Llanes, los Ferreira, los Palacio, los Valderrama, los nietos de Jaricho y los hijos del Ché Pardo”.
“Ya me los imagino yendo al restaurante a comprar una salchipapa en una olla; de pronto me piden fiado y no me pagan”; expresó entre risas.

