La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo sigue sin aparecer.
Pasan los días y se agudiza cada vez más la problemática de erosión fluvial en Salamina, un municipio sin dolientes a la merced de que la naturaleza arrase consigo. El río Magdalena, continúa socavando los terrenos y amenazando con desaparecer gran parte de la población.
Recientemente, este poderoso afluente, se tragó un nuevo boquete en el corregimiento de Guáimaro, lo que encendió nuevamente las alarmas entre los salamineros, que ya no saben qué hacer para recibir atención por parte de las autoridades competentes.
Lo más preocupante de todo esto, es que la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo –UNGRD-, poco o nada ha hecho ante el clamor de la ciudadanía, lo que actualmente tiene en riesgo los más de $30 mil millones que se han invertido en obras de mitigación, que, según el personero, Carlos Mario De la Cruz, no están cumpliendo su verdadera función.
“El miedo de la comunidad de Salamina, es que se pierda lo poco que se ha hecho y quedemos sin protección ante un afluente poderoso que amenaza con llevarse todo a su paso”, recalcó De La Cruz.
Sumado a esta problemática, la temporada seca creó bancos de arena en la zona que comunica a Salamina con el Atlántico, lo que ha impedido el tránsito normal del ferry. Esto se traduce en escasez de alimentos y falta de insumos para el campesinado.
Por todo lo anterior, la comunidad reitera el llamado al Gobierno Nacional para que se busque pronta solución a la crisis que se vive en este municipio.
Le puede interesar: Empiezan a escasear los alimentos en Salamina por falta de transporte fluvial
EL RÍO MAGDALENA SE TRAGÓ NUEVO BOQUETE en Guáimaro (Salamina) Ni las alertas, ni los SOS ni el clamor de los habitantes ha logrado que el Gobierno Nacional y Departamental estructuren una solución real. @petrogustavo @UNGRD @ogerdmagdalena pic.twitter.com/8dRiKrC6Cb
— Elizabeth Molina Campo (@elimolinacampo) February 23, 2023