Los llevó a una discoteca para que disfrutarán de una rumba llena de oración y alabanzas, más de 600 adolescentes aceptaron la invitación del Padre.
En el marco de la gran semana vocacional organizada por la Diócesis de Santa Marta, el Padre Arnaldo Ferreira de la Iglesia San José de Aracataca, realizó una revolucionaría evangelización para los jóvenes de este territorio.
El sacerdote, decidió que aprovechar este espacio para dedicárselos de una manera especial a las nuevas generaciones.
La estrategia de Ferreira tuvo inició el 4 de mayo con una eucaristía especial con el santísimo, dedicada a todos los chicos y chicas del municipio, para ellos realizó una jornada previa de invitación en diferentes puntos como esquinas, en las discotecas y a los lugares que normalmente frecuenta la juventud.
Posteriormente el día viernes 5 de mayo, el cura salió de su parroquia, hasta una reconocida discoteca del municipio, donde logró llevarles la palabra de Dios con música y dinámicas. A la convocatoria asistieron más de 300 jóvenes.
En total durante las 24 horas que dedicó el padre a la juventud, logró convocar entre iglesia y discoteca a más de 600, quienes se llevaron en su corazón la semilla del amor de Dios.
Los jóvenes estaban impactados y felices con la actividad desarrollada y mucho expresaban: “este padre es un bacán”.
Sobre la particular jornada, el Padre Arnaldo Ferreira expresó “la Diócesis de Santa Marta ha organizado la gran semana vocacional y nosotros en obediencia a nuestro pastor, hemos organizado con los jóvenes esta gran experiencia. Ellos estuvieron con nosotros en la iglesia y nosotros fuimos a donde ellos se congregan, creo que hay que seguir hablando de Cristo en todos los escenarios”.
Agregó “hay que hacerse joven con el joven, hay que escuchar lo que escucha, bailar lo que baila, porque también queremos que el joven crea lo que nosotros creemos y viva y exprese lo que nosotros vivimos y expresamos, como experiencia de fe. Se trata de una jornada en que combinemos, no se trata de que el otro escuché lo que yo quiero, si no que también debo escuchar lo que el otro escucha”.
Sobre lo realizado en la actividad dijo que durante el compartir, los jóvenes vinieron a una discoteca donde “se encontraron con oración, alabanzas, oración de sanación, y también pusimos música de la que ellos bailan”.
Así mismo, agradeció el apoyo de la Policía, y recalcó que fue una jornada donde no hubo trago, ni discusiones, ni peleas, solo mente sana y mucha diversión.
“Juventud necesitamos que sigan siendo el futuro y presente, que seamos capaces de decirle no a la violencia, no a las drogas, y digamos si a la paz, el perdón y la reconciliación”, fue el mensaje que envió el sacerdote a los jóvenes.