Las dos señaladas, al parecer, se ganaban la confianza de los conductores para que tomaran rutas desoladas y así quitarles sus pertenencias.
Secuestraron a un hombre, lo ataron de manos y pies y lo abandonaron en zona rural para llevarse sus pertenencias. Así supuestamente actuaron dos mujeres en Bogotá señaladas por los delitos de tentativa de homicidio agravado, hurto calificado y agravado y secuestro simple.
La Fiscalía General de la Nación judicializó a Ingrid Johana Sánchez Pasachoa y Jenifer Andrea Caro Daza, por su presunta responsabilidad en la retención ilegal de un ciudadano para hurtarle su vehículo adscrito a una plataforma de transporte particular en la capital del país.
De acuerdo con la investigación del ente acusador, la víctima fue contactada en el barrio El Tesoro en el sur de la ciudad para hacer un recorrido hasta la vereda Quiba, en Ciudad Bolívar. En el momento que se encontraban en una zona desolada, las mujeres supuestamente habrían atacado al conductor con un arma blanca, en al menos, 13 oportunidades.
A las dos señaladas las capturaron en flagrancia mientras se movilizaban en el carro que minutos antes había sido reportado como hurtado por la víctima. Los elementos de prueba dan cuenta de que Sánchez Pasachoa y Caro Daza, al parecer, solicitaban los servicios y en el momento que abordaban los carros, se ganaban la confianza de los conductores para que tomaran rutas desoladas y quitarles los vehículos y elementos de valor.
Las dos mujeres fueron imputadas por los delitos de tentativa de homicidio agravado, hurto calificado y agravado, y secuestro simple. Las procesadas no aceptaron cargos, pero aun así un juez con funciones de Control de Garantías les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.
La violencia golpeó al municipio de La Apartada, Córdoba, tras el asesinato de Wilmar Antonio Rivera Contreras, un reconocido barbero y propietario de una barbería conocida como Jordan, ubicada en el barrio La Frontera.
Según los medios de comunicación locales, Rivera Contreras fue sacado forzosamente de su lugar de trabajo el pasado lunes 9 de diciembre por presuntos integrantes de un grupo armado ilegal.
Desde el momento de su desaparición, no se tenía información sobre su paradero, lo que generó gran consternación entre los habitantes del municipio. Sin embargo, la madrugada del martes 10 de diciembre trajo una trágica noticia: el cuerpo sin vida de Wilmar Antonio fue encontrado con varios impactos de arma de fuego en la vía que conecta a La Apartada con Caucasia, cerca del peaje.