El afluente ha arrasado con más de 15 metros de tierra, acercándose cada vez más a las viviendas.
Algunas familias del corregimiento de Guaimaro, jurisdicción de Salamina, Magdalena, decidieron dejar todo atrás. Las viviendas que por años construyeron y el hogar que conformaron fueron dejados al abandono, por el miedo al río Magdalena que amenaza con desterrarlos.
El afluente ha arrasado más de 15 metros de tierra. Los patios de las viviendas más cercanas al río viven llenos de agua, por lo que el peligro al desbordarse era inminente, lo que motivó la decisión de dejar su tierra atrás.
“Se están realizando unas obras que llevan seis meses, pero es evidente que de nada han servido. Es una inversión de la Unidad Nacional de Riesgo pero que no soluciona ni contribuye a acabar con la erosión. Estamos en peligro porque el nivel del río incrementa y cada día más, amenaza con acabar con nuestro pueblo”, señaló David Rodríguez, líder del corregimiento.
En total son once municipios están en peligro tras la amenaza constante del río Magdalena, que ha superado su nivel en más de un metro en los últimos años.
“El pueblo es mayoritariamente campesino y de inundarnos se para la economía del Departamento. Mi llamado es a la Presidencia de la República, a Cormagdalena, a la Unidad Nacional del Riesgo y evitar la tragedia que sucedió en el canal del Dique”, afirmó Jaime Gutiérrez, habitante.
Obras artesanales
La Alcaldía de Salamina y los habitantes de Guaimaro trabajan en obras artesanales, que se adelantan para tratar de mitigar le erosión en la zona que ha socavado más de 15 metros.
“El nivel del río está a un metro diez centímetros más en comparación a hace diez años. Es preocupante y por eso entre la Alcaldía municipal y nosotros, los ciudadanos estamos poniendo nuestro empeño para ejecutar una obra artesanal, aunque la solución que se requiere es inversión del Gobierno Nacional”, manifestó un funcionario de la Alcaldía.
En la época invernal las inundaciones en estos municipios del Magdalena son crónica de una muerte anunciada. La UNGRD solo adelanta una obra de gran envergadura en Salamina, donde se construirá un dique y siete espolones para detener la emergencia, sin embargo, hay diez municipios más que siguen en jaque.
Los habitantes del corregimiento aseguran que si no hay acciones contundentes se dará un éxodo general, dado a que por la pasividad de las autoridades, prefieren quedar sin hogar a terminar sin vida.