Los presos ruegan que se elabore algún plan de contingencia para volver a ver a sus seres queridos, ya que llevan casi ocho meses sin contacto.
Los internos de la Rodrigo de Bastidas vienen adelantando labores de limpieza y desinfección en las áreas del centro carcelario, ya que la personería de Santa Marta intervendrá las instalaciones para confirmar el estado sanitario, en especial los lugares que vienen siendo utilizados para pacientes con COVID-19.
Ante el clamor de los reos el Ministerio Público evaluará la petición de los internos para recibir visitas. “Vamos a evaluar la condición general carcelaria. En ese sentido si consideramos pertinente, ya realizaremos las acciones correspondientes para saber si se está afectando algún derecho. Buscaremos los mecanismos tecnológicos para saber de qué manera se puede establecer esa comunicación de los internos con sus familiares”, sostiene el personero Edward Orozco.
Por otro lado, los más de 1.300 reclusos de los 300 a los que puede albergar la Rodrigo de Bastidas, dicen que su familia es el único antídoto a la enfermedad, y sin la ayuda de ellos no hay resocialización.
“Elevamos un clamor al Gobierno Nacional para que respete los derechos fundamentales; la familia es un derecho fundamental, y por eso es un detonante positivo al proceso de resocialización, no puede haber resocialización, sino hay el acompañamiento de la familia”, finalizó un recluso.