El cuadro ‘Merengue’ busca resurgir; el ‘Culé’, liquidar el campeonato.
Real Madrid y Barcelona vuelven a verse las caras en el clásico del fútbol español, el duelo por excelencia por la primacía de LaLiga Santander, que ambos encaran con pesadas mochilas a las espaldas llenas de dudas e incógnitas que se agudizaron con sus partidos de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
La mala racha en la que ha caído el cuadro de Zinedine Zidane después de unos meses más que prometedores, en la que ha dilapidado su ventaja al frente de la tabla, ha perdido el liderato a manos del propio conjunto azulgrana con sus tropiezos seguidos contra Celta y Levante, ha caído eliminado de la Copa del Rey frente a la Real Sociedad y ha puesto más que en duda su continuidad en la Champions con su derrota contra el Manchester City de Pep Guardiola, le obliga si cabe más en este duelo.
Llega más necesitado que su eterno rival. Herido. Han reaparecido las deficiencias y las carencias de la pasada campaña.
El Real precisa resucitar, y hacerlo a lo grande o al menos con una victoria que le devolvería al rumbo ansiado y al liderato. Para ello es imprescindible recuperar el gol y volver a ser firme atrás. No tan vulnerable como en estas últimas semanas.