¿Quién pudiera tener la suerte que tiene el gallo? pues una ave en Francia no puede contar la misma historia de aquella canción popular, pues fue demandado por una pareja de jubilados, por cantar mucho. El juicio contra el animal que ya está en trámite, fue aplazado al 4 de julio, prórroga que podría permitir una conciliación entre las partes.
El gallo Maurice, “cansado”, no acudió a la corte ayer, como tampoco la pareja de jubilados que interpuso la demanda.
El animal vive en la isla de Oleron, en el suroeste francés, donde sus cacareos desde el amanecer irritan a los propietarios de una residencia vecina. Su historia provocó numerosas reacciones en Francia, incluida la del Alcalde de otra localidad del suroeste, Gajac, quien pidió al Gobierno que declare los sonidos del mundo rural como parte del “patrimonio nacional”.
La propietaria del gallo, Corine Fesseau, dijo que estaba dispuesta a un “diálogo, siempre y cuando no me agredan”. Acusó a los demandantes, a los que no conoce, de haber “cerrado la puerta a todo” antes del juicio.
Su abogado, Julien Papineau, aseguró que “no fue posible ninguna conciliación”.
El defensor de los demandantes, Vincent Huberdeau, dijo que quieren un acuerdo. “Piden paz y tranquilidad… Sólo quieren que encierren al gallo durante la noche, porque es una urbanización, no el campo”, añadió.
Tomado de www.paginasiete.b