Los educadores son contratados a través de una orden de prestación de servicios sin derechos a seguridad social, lo que viola el convenio que fue firmado el distrito con la iglesia cristiana.
Después que el Distrito responsabilizara de manera directa a la iglesia evangélica que opera en los megacolegios Aluna y Quinto Centenario de no pagarles el salario a los docentes de las IED, nacen nuevas denuncias de una falta de vigilancia al contrato del operador.
La denuncia registra varias presuntas irregularidades, denunciadas por docentes y el concejal Wiston Vargas, entre ellas que se viene violando la naturaleza del contrato entre el distrito y la iglesia Centro Bíblico Internacional Emanuel (CBI), en el que le vienen haciendo contratos por dos meses sin derechos prestacionales a los profesores.
“Desde el mes de febrero que empezamos con la investigación, denunciamos en el Concejo esa irregularidad, la cual dijeron que corregirían, pero por lo que se puede ver, eso no ha pasado y podría causar la deserción de los docentes que aseguran que si logran una mejor oportunidad laboral y con estabilidad, dejarían el cargo”, precisó el concejal Vargas.
“Hemos venido insistiendo, haciendo seguimiento porque a pesar que el año pasado aumentamos 2 puntos en el escalafón nacional en calidad educativa, situaciones como esta, podrían generar que este año, quizás vayamos es para atrás”, dijo el cabildante.
Añadió que el cambio de operador a dedo, ha sido la razón por la que se han presentado estos problemas.
Primero el transporte escolar al iniciar la jornada y luego el pago a los educadores.
“El transporte también fue uno de los temas que hubo inconvenientes. Y no solo fue en Aluna y Quinto Centenario; estuvimos también en la IED Puerto Mosquito, y encontramos que el año pasado tenían un contrato de 9 buses y este año hay 10, pero de los 10 solo están prestando el servicio 4 rutas. Esas cuatro rutas deben hacer un doble trabajo, dejan a los niños sin quien los reciba y se regresan por otro grupo y los dejan tarde”
“Todo fue por escoger un operador a dedo. Fe y Alegría es una fundación que viene de hace 13 años, es una fundación internacional, que no fue escogida por el gobierno anterior, creo que viene desde Juan Pablo Díaz-Granados; nosotros no nos oponemos que quiera cambiarla, pero lo que queremos es que los operadores no sean escogidos a dedo”.
La situación sigue agudizándose y en peligro están más de 2 mil niños a los que se les presta el servicio educativo en los megacolegios de Santa Marta.