El gerente, Iván Calderón, asegura que el turista poco se relaciona con las personas locales por lo que no presenta un riesgo.
Ante la ola de rechazos que surgió por la posible flexibilización de las medidas para la llegada de turistas en la temporada de Semana Santa a la ciudad, teniendo en cuenta la alta ocupación de Unidades de Cuidados Intensivos –UCI-, el gerente de Pro Rodadero defendió su arribo.
Según Iván Calderón, los turistas no tienen incidencia en la ocupación UCI, debido a que por lo general vienen con su núcleo familiar y poco contacto tienen con los locales, por lo que el riesgo de contagio es mínimo.
“El turista normalmente viene en un núcleo y poco se relaciona con los habitantes locales, la relación que tiene es con los prestadores de servicios turísticos y ellos están constantemente en monitoreo covid”, dijo Calderón.
Asimismo, enfatizó que si actualmente las estadísticas} en cuanto a ocupación UCI están en aumento se debe al comportamiento de los samarios que se “relajaron”.
“El turista no viene a hacer fiestas en los barrios, para decirlo coloquialmente, no se va a enrumbar en ningún barrio de Santa Marta, ni a jugar fútbol, ni a patear bola, ellos están recluidos en las zonas correspondientes a entretenimiento”, aseveró el gerente de la promotora.
Calderón manifiesta que el turista desde que llega a la terminal terrestre o área del Distrito cumple con los protocolos de bioseguridad que garantizan la no propagación del virus.
Sin contar, con que anteriormente a El Rodadero ingresaban en un día normal 8 mil personas y en la actualidad solamente entran 1.030 personas por jornada, que es menos del 20 por ciento, por lo que se garantiza el distanciamiento social necesario.
“Cuando el turista llega al Aeropuerto o al terminal terrestre allí hay protocolos de bioseguridad, coge un taxi al hotel y ahí tiene los protocolos de bioseguridad, cuando llega a un restaurante tiene los protocolos de bioseguridad, al igual que cuando va a la playa”, afirmó.
De acuerdo con el Sistema de Información Turística del Magdalena –Situr-, el promedio de un turista en la ciudad de Santa Marta es de 3.5 días, por lo que según Calderón en ese lapso de tiempo y con las medidas que rigen es probable que no contagie a nadie.
“Esa persona se devuelve a su ciudad de origen, es decir la incidencia del turismo en la ocupación de las camas UCI es mínima, es marginal, necesitamos camas UCI por patologías generales y darle seguridad en la red hospitalaria”, manifestó.
De la industria del turismo dependen más de 45 mil personas, empleados directos e indirectos, por lo que cerrar o no las puertas de la ciudad para la llegada de turistas en Semana Santa implicaría un golpe o alivio para sus economías.
“Tenemos un beche, la gente se relajó, estos 10 días que arrancaron el 16 necesitamos que el samario, el local, el que vive respete el virus, tenga los cuidados necesarios, no haga fiestas y ayude a que se cuide su vida y ayude a la economía de la ciudad”, puntualizó Calderón.
Lo cierto es que este lunes la administración distrital definirá si se vuelve a cuarentena estricta o no, teniendo en cuenta como se comporte la curva de contagios y la ocupación UCI que hoy está en 88.8 por ciento.