Sus compañeros de esta icónica calle lo recuerdan como un hombre servicial y cariñoso.
“Buen viaje, veci Horacio”, fue el mensaje que, junto a varias fotografías y velas, utilizaron los compañeros del callejón del correo para despedir al ilustre zapatero y vendedor de LP, Horacio Bernal, quien fue asesinado durante la mañana del martes en el barrio Ondas del Caribe.
Las balas que hoy atemorizan a los samarios, cegaron la vida del ibaguereño más samario de todos, que, con su carisma y buen gusto musical, llenaba de alegría la icónica calle del Centro Histórico en la que trabajaba.
Aquel callejón colorido y lleno de sonidos, hoy es oscuro y silencioso, pues hace falta uno de sus personajes más representativos… el viejo zapatero.
Al sonar de una trompeta y con el corazón arrugado, los comerciantes de la zona y algunos compañeros que viven del día a día, decidieron rendirle un póstumo homenaje en el espacio que sería ‘su lugar seguro’.
Finalmente, los vinilos que guardaba en su carrito de madera y que día a día lucían en las paredes del callejón del correo, pasaron de ser un atractivo para los turistas y samarios, a convertirse en un simple recuerdo.